Línea 5: la solución contra la «muerte» del casco antiguo

SEVILLA- El metro tiene que cruzar el centro. Al igual que el PP, los empresarios consideran fundamental unir los puntos más importantes del casco histórico y lograr que, con el cierre al tráfico, esta zona «se mantenga con vida comercial». En su documento de alegaciones a los anteproyectos del metro, presentado ayer, la Confederación de Empresarios de Sevilla y la Cámara de Comercio plantean un ramal de la Línea 3 que, desde la Macarena, se desvíe hacia el centro pasando por Alameda, Plaza del Duque, Plaza Nueva, Puerta de Jerez y Delicias, y retomando la ruta de la Línea 3 en Bueno Monreal. Este ramal, denominado Línea 5, compartiría con la tercera todas las paradas exteriores al centro, pero añadiría un bucle desde Pino Montano para llegar a la Carretera de Carmona, Polígono Store y Alcalde Manuel del Valle.Además de esta novedad, los empresarios reclaman que, en caso de acometerse una única estación en el centro, se ubique en la Encarnación (por su equidistancia con el resto de paradas) y no en el Duque, tal y como contempla la Línea 2. Además, critican el «efecto disuasorio» de la estación proyectada, que obligará a los usuarios a descender hasta diez plantas. A nivel general, lamentan el «miedo palpable a profundizar en el centro».Otra de las grandes premisas del texto presentado por la CES y la Cámara es la necesidad de abastecer de conexión por metro a los polígonos industriales de la ciudad, como Store, La Isla, Carretera Amarilla o Calonge, o a zonas de concentración de empresas como Palmas Altas, cuyo desarrollo se prevé grande para los próximos años. Los empresarios lamentan los «grandes problemas de accesibilidad» de los polígonos.Asimismo, critican en las alegaciones las «incomprensibles salidas en superficie» del metro en distintos tramos, cosa que achacan a criterios económicos. El caso más grave, a su juicio, sería el tránsito en superficie por la Cartuja, circunstancia que, según los técnicos de la CES y la Cámara, sería «ilegal», ya que el PGOU protege este entorno tecnológico. Al mismo tiempo, reclaman que se desestime el paso elevado sobre el río por el Alamillo y se estudien posibles ampliaciones a Camas y Santiponce.