Para muñecas de carne y hueso

Su nombre, una expresión muy común en el norte para expresar alegría o algo fuera de lo común es toda una declaración de intenciones. Y es que así es esta marca vasca creada en 2004 por Olatz Esquiroz y Ana Santos en Bilbao, ciudad donde abrieron la primera tienda y taller un año más tarde. Pero fue gracias a las hermanas Ana y Nines, que se «enamoraron» de la marca en un viaje al País Vasco, como la firma llegó a Madrid en 2012 con la apertura, en el mes de septiembre, de esta coqueta boutique. El espacio, realmente acogedor, femenino y amplio, es obra de la decoradora Ainoha Urkijo, autora también de la tienda de Bilbao, y entre sus pareces en tonos pastel, con la zona de probadores dominada por una gran cortina también en tonos lady, encontramos las prendas creadas para una mujer decidida, sin complejos, que sabe disfrutar la vida y que hace del optimismo su máxima constante. El color es, por tanto, la clave del estilo de TrakaBarraka. Unido siempre a líneas elegantes en la silueta y a detalles originales y divertidos. Cada prenda se podría decir que es única y original. Y los vestidos son su pieza estrella. Inspirados en décadas glamourosas como los 20, 50 y 60, se rediseñan con un twist que los hace plenamente actuales. En la colección para esta P/V destacan tejidos como el piqué y el organdí, que se decoran con prints muy chic como el cuadrito Vichy y detalles sorpresa como los lazos de terciopelo, cinturones en raso o botones-joya. Pero además de las prendas de la firma, aquí podemos encontrar diseños de etiquetas españolas ya conocidas, y no tanto, como La casita de Wendy, Lucid 21, Lowie o Blue Dolls. El calzado es de Nemonic (Murcia) y Gaimo (La Rioja), mientras que los pequeños complementos como pulseras y collares pertenecen a marcas alternativas como Elena G, La Cacharreria de Mer, Rosa Molina, La Factoría de Nono, Barbara Beld o Moskitas Muertas, todas ellas piezas especiales realizadas de forma totalmente artesanal.