La Paz
Gran reserva murciana
El vino es el elemento común que une una tierra cálida en la que las montañas comparten protagonismo con singulares fiestas y una excelente gastronomía que deleitará los paladares de todos los que la degusten
MURCIA-El Nordeste de la Región nos adentra en la Murcia mesetaria, de extensas planicies que presagian la proximidad de las llanuras manchegas. Estos campos aparecen ante los ojos del viajero cubiertos de viñedos, en las tierras de Jumilla y Yecla, formando la comarca del Altiplano, poblaciones con intensa raigambre e historia. Son muchas las posibilidades que ofrece esta comarca. Una bien curiosa es conocer de cerca los numerosos yacimientos arqueológicos de las edades de Bronce, Medievo y mundo romano, así como una interesante colección de piezas ibéricas. La próxima sierra de El Carche refresca con su brisa la calidez de una tierra jumillana plagada de vides y de fiestas, como la de la Vendimia. También Yecla, al amparo de su emblemático monte Arabí, se deja arrastrar por el peso de la tradición festiva y rinde culto a la Purísima, allá por diciembre, entre pólvora purificadora y disparos de arcabuz. Todo el mundo es bien recibido.
Yecla es ciudad de espíritu singular, debido principalmente a su enclave. Precedida por la fama de sus moradores, es indudable que constituye un lugar de gran carácter, que ha inspirado a escritores como Azorín o Pío Baroja. Por otro lado encontramos Jumilla. Famosa por sus vinos con Denominación de Origen, es rica en historia y patrimonio cultural. Tanto que son muchas las huellas que se conservan sobre su evolución. El poblado ibérico de Coimbra, en el Barranco Ancho, es uno de los más importantes de la comarca, al igual que las «villas», de época romana, cuyos restos se pueden visitar en el Museo Arqueológico del Palacio del Concejo. Próxima a la capital de la Región de Murcia, Fortuna es conocida por la riqueza de sus manantiales. El agua, escasa en esta zona, brota con fuerza, dando lugar a numerosas fuentes como la Higuera o los Baños, cuyas termas ya eran conocidas por los romanos, que han evolucionado hasta convertirse actualmente en un importante balneario. Entre los diversos restos arqueológicos que encontramos en este municipio, destacan la Cueva Negra y los antiguos Baños Termales Romanos; sin duda dos lugares únicos en toda la cuenca del Mediterráneo. De la dominación árabe se conserva el Castillico de los Moros. El patrimonio cultural de esta localidad se enriquece con la Iglesia Parroquial de La Purísima, de estilo barroco, la Casa Convento, y la Casa Consistorial, donde se conservan unos bellos «panneaux», todo ello construido bajo la estética del modernismo.
A su vez, el visitante puede optar por visitar Abanilla. Un municipio en el que el clima y el buen hacer de sus gentes han hecho de esta localidad un oasis en el desierto murciano. Su situación entre Aragón y Castilla la convirtieron en un lugar estratégico durante la reconquista, la Fiesta de la Santa Cruz en mayo recuerda estas batallas entre moros y cristianos. Pasear por Abanilla es recuperar el sentimiento de la Edad Media, las estructuras de sus calles y las casas solariegas.
Guía para no perderse en el Nordeste
1. Qué hacer
Pasear por Abanilla, descansar en el balneario de Fortuna y descubrir las fiestas de Sodales ibero-romanos del municipio. Degustar los caldos en las rutas de los vinos de Jumilla y Yecla y hacer un recorrido por el Río Chicano. Visitar el parque natural regional la sierra de El Carche en Jumilla o admirar la iglesia de la Purísima en Yecla.
2. Dónde dormir
En Yecla: hoteles Avenida, La Paz, casa Fuente del Pinar y El Castillico. En Jumilla: hoteles casa Luzón, Monreal y Pío XII. En Abanilla: hoteles Santa Ana, El Niño del Tío Pepe, casa cueva La Arboleda y Gutiérrez II. En Fortuna: hoteles Los Periquitos spa, Balneario, Victoria, Costas, España y La Fuente.
3. Dónde comer
En Yecla: restaurantes Umbría, Ankora, Aurora, Chispos, El Carche, La Zaranda, Mediterráneo, Azorín y Bambolina. En Jumilla: restaurantes De Loreto, El Monasterio, Pío XII y Duque de Lerma. En Abanilla: restaurantes Santa Ana, El Peque, La Amistad y La Cueva. En Fortuna: restaurantes El Rocío, Caracolillo, El Molinico y J.B.
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