Agricultura activa

Como no podía ser de otra manera, el precio de la tierra no ha escapado a la crisis económica general que vivimos en España, ni tampoco a la específica del sector agrario. De ahí que en 2009 se haya consolidado la tendencia iniciada ya en 2008. Mientras tanto, en Bruselas los ministros de Agricultura abordaron la definifición del «agricultor y productor activo», que se configura como una de las figuras clave de la PAC que habrá a partir de 2014, ya que la Comisión quiere concentrar en él casi todas las ayudas directas. Se pueden extraer dos conclusiones de ese primer debate.
La primera, que los ministros prefieren hablar no de «agricultor o productor activo», sino de «agricultura activa». La segunda, que el comisario de Agricultura tuvo la brillante idea de apuntar que, para facilitar las discusiones, sería mejor hacerlo por exclusión, es decir, ir viendo lo que no es «agricultura activa». De todas formas, esto no ha hecho más que comenzar y lo importante es el dinero, del que no se sabe nada todavía.
El otro asunto que sigue su curso en Bruselas es la ratificación del Acuerdo de Asociación con Marruecos. La semana pasada los ministros dieron el visto bueno a su contenido. Ninguna delegación ha puesto trabas. Pero todavía no es definitivo. Ahora toca el turno del Parlamento Europeo, que, con el Tratado de Lisboa, ha visto aumentados sus poderes. Faltan unos meses hasta que tome una decisión y, por lo tanto, para que se pueda aplicar. La marcha atrás se me antoja muy difícil.