Comunidad de Madrid
Un líder en la cuerda floja
Los cuatro años de Gómez al frente del PSM han estado marcados por las críticas. Decisiones autoritarias, errores políticos y el fracaso en las urnas le ponen en cuestión
MADRID- El guión previsto para el cónclave de hoy dice que el líder de los socialistas madrileños repetirá sus excusas. Después de su intervención, ya a puerta cerrada, el comité regional abrirá turno de intervenciones para todos los delegados que deseen participar en la reunión expresando a viva voz su opinión. «Lo normal –aseguraron sin embargo fuentes del partido consultadas– es que el comité sea un puro trámite tras las elecciones y que no aparezcan voces críticas importantes durante la reunión». La noticia del comité regional del PSM se producirá si, al contrario de lo que ha venido haciendo en sus apariciones públicas, Gómez asume ante sus compañeros algún tipo de responsabilidad de los malos resultados cosechados en las urnas, especialmente en un comité –el máximo órgano de los socialistas entre congresos– en el que el secretario general ha recibido generalmente una cálida acogida a sus iniciativas, aseguraron desde el partido socialista. Desde que se produjo la debacle electoral del 22-M han vuelto a aparecer las voces críticas con la gestión del ex alcalde de Parla al frente de la federación madrileña. Al margen de rencillas del pasado, estos críticos consideran «inaceptables» los resultados obtenidos por el partido en las autonómicas y municipales. Por eso, piden la celebración de un congreso regional extraordinario en el que someter a votación la continuidad o renovación de la Ejecutiva del PSM para el que ahora trabajan en un manifiesto en todas las agrupaciones del PSOE en la Comunidad de Madrid. La dirección regional aún no se ha manifestado a este respecto, prefieren esperar, aseguró un miembro de la dirección del PSM, «a que se calme la situación federal». «Ahora toca unidad en torno a las decisiones que se tomen en Ferraz, no cambios en las federaciones», explicó. El debate sobre la sucesión de Tomás Gómez tendrá que esperar un tiempo.
Han pasado cuatro años desde que el 28 de julio de 200 Tomás Gómez, alcalde de Parla, fuera elegido nuevo líder de los socialistas madrileños en un congreso extraordinario en el que el PSM trataba de recomponerse de una situación crítica. Apenas dos meses antes, Rafael Simancas había obtenido los hasta entonces peores resultados de la historia para el PSOE en la Asamblea, y Gómez llegaba con el apoyo de la ejecutiva federal y el ánimo de acabar con las familias en una federación siempre convulsa. Para el secretario general del PSM comenzaba una etapa que terminó por desligarle del Ayuntamiento de Parla y en el que, a pesar de las apariencias, no ha acabado con la división de los socialistas madrileños. El boicot a los actos del Dos de Mayo de 2009, el traslado del cuartel general del PSM de San Blas a Callao, o el descarte de la mitad del grupo parlamentario en la Asamblea, son tres de los errores que sus críticos atribuyen a Gómez, que ganó popularidad entre su militancia gracias a un órdago a Zapatero que terminaría con su cara en los carteles de las autonómicas. Si el pasado mes de octubre, tras las primarias, los militantes veían a Gómez como un líder consolidado a la altura de otros barones socialistas, las urnas han aclarado que su tirón de popularidad no era más que un espejismo. Desde su partido le acusan de haber sido demasiado meticuloso con los asuntos internos, los orgánicos, y de haber dejado de lado la búsqueda de nuevas líneas políticas con las que presentar el partido ante los ciudadanos. Gómez recogerá esta semana su acta como diputado en la Asamblea. Empieza una nueva etapa en la que sus críticos no van a dudar en ponerle alguna que otra piedra.
✕
Accede a tu cuenta para comentar