ERE
La gran avestruz
Si en algo son expertos los partidos políticos es en mentir. Quiero decir en modelar deliberadamente la realidad a su santo antojo. Da igual que sean sentencias judiciales, datos del paro o resoluciones parlamentarias. Julio Camba pone el ejemplo del avestruz. El avestruz, se encuentre lo que se encuentre, lo acaba convirtiendo en comida. Tanto le da una cáscara de plátano como una boñiga recién plantada. El político, se encuentre lo que se encuentre, lo enlata con las siglas del partido. De ahí que, poniendo oído a las declaraciones de PSOE y PP sobre el tirón de orejas del TSJA al Ejecutivo de Griñán por el «caso Matsa», sea imposible enterarnos. Andan, unos y otros, como avestruces.
La gran avestruz es Rosa Torres, dicho esto sin ánimo de que la portavoz socialista y candidata a Antequera extraiga ninguna comparación físico-avícola. No va eso en nuestro ánimo. Sin embargo, ha dicho Torres que su partido ha recibido con alborozo la sentencia del Alto Tribunal andaluz porque la honestidad de Manuel Chaves ha quedado «a prueba de bomba». «Ni una sola mota de polvo» dice que hay en el expediente del ex presidente de la Junta. Que ya es decir...
Por su parte, el Partido Popular ya da por condenado al susodicho Chaves y Antonio Sanz habla de un expediente «sancionador» que en modo alguno se desprende de la sentencia que ha salido de la sede de la Real Chancillería granadina. La adjudicación de la ayuda de más de diez millones de euros (casi 2.000 de las antiguas pesetas) que otorga la Junta a Matsa es de cara dura, moralmente reprobable. Uno de los tantos trajes a medida hechos en la sastrería del poder socialista. Porque Chaves se salta a la torera la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos y suelta el fajo de billetes a una empresa de la que es apoderada su hija Paula Chaves.
No obstante, pese a que el ex presidente andaluz debería haber sido reprendido con contundencia por los tribunales de Justicia, esto no se ha producido. No hay expediente sancionador que valga. La reciente sentencia del TSJA a lo que insta es precisamente a que la Junta realice una «actividad investigadora razonable» y no se limite a dar carpetazo por adelantado. Que es lo que ha pretendido Griñán. El resto es comer boñigas y cáscaras de plátano, como el avestruz.
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