París

Francia confía en que el bloqueo de combustibles se resuelva «en cuatro o cinco días»

El primer ministro francés, Francois Fillon, ha afirmado que confía en que la distribución de combustible vuelva a la normalidad "en cuatro o cinco días", después de que el Gobierno haya tomado medidas para resolver los bloqueos recientes generados en plena ola de protesta por la reforma de las pensiones.

Fillon se refirió a este "plan de transporte"en la Asamblea Nacional. La comisión está liderada por el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, según informan los medios locales.

Francia vive este martes su octava jornada de huelga contra la reforma de las pensiones, la sexta desde junio. Los principales efectos de estos paros se han dejado notar en los transportes y han incrementado las últimas protestas en torno a las refinerías, lo que ha limitado en algunas zonas la existencia de combustible.

El Ejecutivo ha señalado que unas 4.000 estaciones de servicio sufren este martes carencias de suministro, aunque por regiones las más afectadas son Normandía y la zona suroeste del país.

Los sindicatos calculan en 330.000 el número de personas congregadas este martes en la manifestación de París, una estimación similar a las cifras aportadas durante la movilización del 12 de octubre. La Policía estima, sin embargo, en 60.000 el número de asistentes, unos 5.000 menos que los que habrían acudido a la manifestación hace una semana, según datos oficiales.


Brotes violentos

Las protestas, que reivindican el mantenimiento de la edad de jubilación en los 60 años y que no se exija tener 67 años para cobrar la pensión completa, se han radicalizado en algunos puntos como Lyon, donde se han registrado quemas de coches o mobiliario urbano, así como roturas de escaparates.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha pedido desde Deauville, donde se encuentra reunido con los líderes de Alemania y Rusia, que las manifestaciones se desarrollen de forma pacífica, algo a lo que también ha apelado el secretario general del sindicato CFDT, Francois Chereque, durante la marcha central celebrada en París.

La Policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar otra protesta convocada en Nanterre, a las afueras de la capital gala, mientras que también se han registrado incidentes violentos en el suburbio de Mantes-la-Jolie.

Además, las autoridades siguen con preocupación la evolución del seguimiento de los paros en los institutos, e incluso el Ejecutivo de Sarkozy ha llegado a acusar a la oposición de utilizar políticamente a los menores de edad.