Sevilla
La claves de la Pasión según Dubé
Presentada la obra que anunciará la Semana Santa sevillana este año
SEVILLA- La sede de la Caja Rural del Sur se convirtió ayer en un encuentro oficioso de la Semana Santa de Sevilla. Se presentaba el cartel que anunciará esta celebración este año y nadie del mundo cofradiero quería perderse este acto de relevancia.
La expectación la suscitaba el autor del cartel, Antonio Dubé de Luque, una de las figuras esenciales para entender la configuración de la actual Semana Santa en su calidad de imaginero y diseñador de multitud de titulares y enseres de distintas cofradías. Además, Dubé de Luque fue hermano mayor de Los Servitas y es santo y seña de la hermandad del Sábado Santo, como era Juan Carrero en Las Penas de San Vicente. De hecho, junto al escultor quiso estar un nutrido grupo de hermanos servitas, que, aunque desconociendo el contenido de la obra, no dudaban de que alguna referencia a la hermandad estuviera presente en el cuadro.
La hubo y de manera importante. Tras descubrir el damasco rojo Adolfo Arenas y José Luis García-Palacios, presidentes del Consejo y de la Caja Rural del Sur, respectivamente, se pudo admirar la cabeza del Señor de Pasión, motivo principal de este óleo sobre tabla en el que también se ha representado el paso de misterio de Los Servitas y el último tramo de la hermandad de la Macarena saliendo de la Catedral. Una representación que, según el autor, quería transmitir la manera en la que en Sevilla se vive la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
El primero de los conceptos es obvio, ya que la obra de «Martínez Montañés es la mejor representación del sufrimiento de Cristo de la ciudad», dijo Dubé de Luque, que aseguró que no decidió pintar a Jesús del Gran Poder porque esta imagen ya había sido representada en otro cartel con anterioridad. En cuanto al conjunto de Montes de Oca, en su paso y sobre una nube de incienso, el artista contó que refleja la muerte del Señor además de ser el misterio de su cofradía. Finalmente, los nazarenos verdes de la Macarena, hermandad a la que pertenece desde hace más de seis décadas, son una muestra de la Resurrección, ya que «el rostro de la Esperanza es el anuncio de la vuelta a la vida de su hijo», comentó Dubé. En este ámbito de la obra destaca un detalle interesante, el primero de los nazarenos está vuelto hacia el interior del templo, mirando a la Virgen, porque «a la Macarena nunca se le puede dejar de mirar a la cara». Un emocionado Dubé de Luque fue explicando la génesis del cartel, del que fue realizando varios bocetos que desechó hasta que llegó a la conclusión de que ésta era «la mejor manera que tenía de expresar qué es lo que es la Semana Santa y cómo se tiene que conocer fuera de la ciudad». La elección de las gamas de tonos morados la justificó por el motivo penitencial que tiene la Semana Santa. En la tradicional copa posterior, el cartel se enfrentó a la primera prueba, quizás la más dura, antes de salir a la calle a pregonar esta celebración. Lo hizo con un sobresaliente.
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