Más toque por Julián GARCÍA CANDAU

Chile se sabía que era rival que iba a oponer dura resistencia. Ganarle era constatar la mejoría de la selección. El triunfo, junto a la satisfacción general y el aumento del optimismo, aportó datos que conviene anotar. El primero, el más preocupante, que Del Bosque acabara formando una tercera alineación y se demostrara que lo razonable es volver a la fórmula de la Eurocopa.Este equipo no juega mejor con dos pivotes. Ambos, Xabi Alonso y Busquets, aportan todo su esfuerzo y mejores saberes futbolísticos que les exculpan de toda responsabilidad. No son culpables porque no son quienes deciden que en el centro haya uno menos de los futbolistas que aportan más fundamento al «tiqui-taca». Contra Chile, aunque las excelencias de Cesc no duraron hasta el final, su aparición fue aceite en el candil. El equipo comenzó a jugar más a su estilo. Los hechos han manifestado que Torres se esfuerza, trata de abrir huecos por los que entre Villa. Es tal vez compañero idóneo para estos menesteres, pero no está en su mejor momento y a la selección le iría mejor jugar con Villa como único hombre en punta. A cambio, otro centrocampista de toque. El equipo necesita reforzar la zona de creación para que no sea suficiente perseguir a Xavi para ahogar el nacimiento de las jugadas con peligro para el adversario. Es un tanto dramático reclamar alineaciones que pueden sonar a conservadoras y, sin embargo, por las condiciones de los seleccionados es preferible regresar a ellas, aunque con más velocidad, para evitar tanto pasecito horizontal.