Caso Emarsa

El «caso Emarsa» ya se ha tomado en Enrique Crespo la primera víctima política y, según mi amigo Rogelio, el juez instructor lo tiene todo. Al parecer, la mancha de este feo asunto se extiende y pinta mal, muy mal. Tanto, que ya hay quien apuesta por que existen muchas posibilidades de que afecte a alguna Conselleria.
Recuerdo –ya lo escribí hace algunos meses- cuando alguien al que le suponía información completa, me dijo: «Iñaki, ni Brugal, ni Gürtel, ni Fabra. La suciedad, y no se refería a los lodos, está en Emarsa, el caso que acaban de poner sobre el tapete judicial y mediático».
Mi amigo afirma que lo que se va sabiendo, no es comparable a lo que puede explotar el día que detengan al tal Roca, ese personaje de Barcelona en «busca y captura» por la Interpol y, por supuesto, el día que el juez comience a llamar a declarar y se desvelen identidades de alguna empresa española de primer nivel, comercialmente relacionadas con el citado «hombre de negocios», o el multimillonario movimiento de dinero en diferentes cajeros, pero a diario. Así es la vida.