Bilbao

El viaje más esperado de «Supervisor»

LA RAZÓN sigue el último mes de los toros de Victoriano del Río antes de lidiarse mañana en la Beneficencia. 

El viaje más esperado de «Supervisor»
El viaje más esperado de «Supervisor»larazon

«Supervisor». Nacido en julio de 2005 y herrado con el número 68, este negro bragao de capa será uno de los astados que lidiará mañana Victoriano del Río en Madrid con motivo de la extraordinaria Corrida de Beneficencia, siempre y cuando supere el reconocimiento final del día del festejo. Última traba en esta carrera plagada de obstáculos que supone para un criador de toros presentar una corrida en Las Ventas.

Un proceso de selección largo y laborioso, más si cabe para una plaza como Las Ventas, que «comienza el año anterior al de su lidia», aunque en realidad «el esmero y el mimo hay que ponerlo desde el día que nacen», confiesa Victoriano del Río. «En un principio, se señalan entre diez y doce toros, luego son ellos mismos con sus percances –golpes, cornadas, menor remate, lesiones…– los que por sí solos nos ayudan a reseñar los ocho toros que se presentan en los corrales de la plaza», analiza el madrileño que añade que, en el caso de Madrid o Bilbao, la exigencia del trapío también manda. «Buscamos que dentro de los grandes y bien presentados, salten al ruedo los que mejores hechuras, condiciones y reata tengan, que, por su tipo, haya opciones de que embistan a las figuras, es decir, uniformidad: irreprochables de trapío, agresivos, pero sin ser destartalados», aclara.

El encierro de esta temporada, escogido por LA RAZÓN para seguir su viaje del campo a la plaza a través del cinqueño «Supervisor», viene muy en tipo y variado en cuanto a su origen, puesto que «sólo hay dos hermanos, los otros dos cinqueños, el 98 y el 61, –«Barbazul», otro de los preferidos del ganadero–; el resto son de sementales diferentes». «Abrimos la baraja para abarcar más familias y que, si uno falla, otro pueda embestir. En su conjunto, representan lo que siempre ha sido esta ganadería», adelanta.

El de Guadalix lleva siete años ininterrumpidos trayendo sus astados a Madrid entre San Isidro, Aniversario o Beneficencia como este año. «Es la tarde más importante del año en la plaza más importante del mundo, por lo que mi exigencia y expectación es máxima». Todo un reto que, hasta ahora, ha solventado con nota. Cuatro puertas grandes en las seis últimas temporadas. César Jiménez, El Juli, José Tomás y Esplá gozaron de las enclasadas embestidas de las reses de origen Jandilla. Este año, turno para «Supervisor» y compañía. De su bravura pende nuestra ilusión y la de Juli, Juan Mora o Morante para hacer bueno el dicho y que no haya quinta, puerta grande, mala.


De la finza a la plaza

Cuatro años de vida en la dehesa hasta la plaza. LA RAZÓN ha seguido paso a paso el camino de las reses de la próxima Beneficencia.

1. El Campo.
Un mes antes, retiran las fundas de protección a los pitones de las reses que serán embarcadas hacia el coso.

2. La llegada.
Dos días antes, bajan del camión, se les pesa y son reagrupados.

3 y 4. El reconocimiento.
Uno a uno, los veterinarios analizan su movilidad y visión.