EL ANÁLISIS: Qué pasa si no puedo dormir

- ¿Cuáles son las consecuencias más graves del ruido?
–Todos los afectados desarrollan un síndrome de ansiedad, angustia, irritabilidad y disconformidad. Obvian su propio domicilio: cuando llegan a casa para descansar, estar allí es una tortura. Sufren una neurosis obsesiva y ansiosa. Y cada vez en personas más jóvenes. Se tiende a pensar que el que se queja del ruido es un jubilado o un aguafiestas.

- ¿Qué quejas llegan a los juzgados?
–Las que versan sobre el ruido del ocio. En España, inconcebiblemente, puede haber una discoteca que abra toda la noche bajo una vivienda. La convivencia es imposible, pese a muchas medidas de aislamiento que se pongan. Aunque la Justicia suele dar la razón a la víctima, el proceso es lento.

- ¿No hay medidas para proteger a los ciudadanos?
–No se entiende la inactividad de la Administración en ese problema. Las normas van en contra del sentido común: hay muchas, son muy técnicas e interpretables. ¿Un ejemplo? Para que haya ruido tiene que haber una medición, algo a lo que no nos oponemos. Pero si desde un tercer piso se puede deletrear la letra de una canción, basta con que lo oiga un policía local. Para la medición pueden pasar 4 o 5 meses y esa familia, mientras, está sin descansar.