Una apuesta más por programas de formación e inserción para parados

La formación y las acciones encaminadas a la inserción laboral son una de las prioridades del Servicio Público de Empleo de Castilla y León para combatir el incremento del desempleo. Para ello, la Consejería de Economía y Empleo cuenta las escuelas taller, los talleres de empleo, las unidades de promoción y desarrollo y las casas de oficio. Entre el 75 y el 85 por ciento del alumnado de estas iniciativas consigue un trabajo que mantiene dos años después de concluir el programa.Los resultados avalan el éxito de las escuelas taller, un programa autóctono de Castilla y León, que surgió hace 25 años. Su nivel de inserción laboral, el objetivo último de estas políticas activas de empleo, es elevado ya que supera el 85 por ciento. También las cifras son altas en el caso de los talleres de empleo puesto que el porcentaje de inserción alcanza el 75 por ciento. El Ejecutivo autonómico conoce estos datos ya que lleva a cabo en tres oleadas, a los seis, 12 y 24 meses de concluir el programa, un estudio de la historia laboral de los participantes. Por áreas de actividad, las diferencias no son significativas ya que dependen de la estructura económica de cada zona o ciudad. No obstante, la ayuda a domicilio, la jardinería o las energías renovables han registrado una ocupación plena, incluso, superior al cien por cien, ya que al ser contratados por la iniciativa privada nuevos alumnos se incorporan a los programas. En ese proceso, existe una divergencia, en la que ya trabaja la Junta, entre los salarios que se perciben en el mercado de trabajo y las prestaciones de estas figuras, que en virtud del contrato de formación, son superiores.«Es una figura muy efectiva y eficaz», dijo el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, quien destacó que actúa sobre la formación de los desempleados para mejorar sus condiciones de empleabilidad. No obstante, remarcó que ofrecen un segundo beneficio a la sociedad puesto que la actividad sobre la que versan estos programas permite habitualmente recuperar espacios urbanos, monumentos, entornos paisajísticos o mantener instalaciones. Además, forma a futuros trabajadores en sectores relevantes para la economía de la zona en la que se celebran. Los jóvenes, principalmente, menores de 30 años son los principales destinatarios, aunque no los únicos, también las mujeres, sobre todo, en las etapas en las que el nivel de desempleo era menor, entre el ocho y el nueve por ciento. Economía y Empleo seguirá apostando por este programa, invirtiendo un total de 41,6 millones para 200 programas que beneficiará a un total de 2.211 desempleados.