Bruselas
LA RAZÓN revela la correspondencia confidencial entre el Gobierno y Almunia: «Hay que intervenir Cajasur hay peligro de contagio»
La Comisión Europea aprobó la operación el día 23 para evitar «serios desequilibrios». España solicitó la autorización a Bruselas advirtiendo de que no podría digerir la caída de la caja cordobesa.
Bruselas- El nerviosismo actual de los mercados financieros y la situación económica española no hubieran podido digerir la caída de CajaSur. Éste fue el diagnóstico del Gobierno español y el argumento que utilizó para convencer a la Comisión Europea para que aprobara por procedimiento de urgencia, en una noche maratoniana el pasado sábado 22 de mayo, la intervención pública en la entidad andaluza a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).Las autoridades españolas indicaron a la Comisión que la intervención se requería para «evitar el efecto contagio a otras instituciones financieras» que pudiera reducir la confianza de los clientes en el conjunto del sistema bancario. Por ello, notificaron el pasado fin de semana a Bruselas la intención de inyectar a la entidad determinado capital y una línea de crédito. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, consideró el plan «necesario para evitar serios desequilibrios en la economía de España», como explicó en la carta que envió al Gobierno para comunicarles el visto bueno el día 23, y a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.
«Información confidencial»Según recoge la larga misiva de doce hojas «con información confidencial» y que repasa la situación de la entidad y los argumentos españoles, el Gobierno subrayó al Ejecutivo comunitario que «CajaSur es sistémicamente importante dentro del sistema financiero español, especialmente dentro de su área de operación geográfica (Andalucía)».Más aún, nuestro país destacó esta importancia sistémica debido a «las tensiones actuales en los mercados financieros y la necesidad de evitar riesgos adicionales que conlleven un potencial contagio». Aunque la Comisión ya aprobó el FROB el pasado enero, nuestro país tiene que recibir la autorización individual para las operaciones que sobrepasen el 2% de los activos poderados por riesgo, como es el caso de CajaSur, que por esta misma razón deberá ir acompañado de un plan de reestruccturación como contrapartida a estos rescates excepcionales. España avisó el pasado sábado a los servicios de la Comisión sobre la intervención, y le pidieron que tramitaran por procedimiento de urgencia la aprobación de la notificación.Según cuentan fuentes comunitarias, los equipos de Competencia se reunieron durante toda la noche del sábado al domingo, a tiempo para dar su aprobado antes de la apertura de los mercados el lunes. Durante la madrugada, el Banco de España intervino la CajaSur, y al día siguiente España recibió el visto bueno a través de la carta de Almunia, dirigida al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, canal habitual para las comunicaciones diplomáticas. La presión era tal que «por razones de urgencia» España aceptó excepcionalmente la comunicación de la decisión de Bruselas en inglés.
Ventaja selectivaEl comisario socialista español reconoce en su texto que «las medidas confieren una ventaja selectiva al beneficiario de la ayuda, CajaSur» y «distorsionan la competencia», ya que permiten a la entidad obtener capital y liquidez necesaria para evitar una insolvencia técnica y tener que «salir del mercado en muy a corto plazo». Más aún, indica que las medidas «probablemente afectarán al intercambio entre los Estados miembros», ya que la caja andaluza compite en el mercado de ahorros, hipotecario y de préstamos con subsidiarios de bancos extranjeros. No obstante, Bruselas dio luz verde porque sin la inyección de capital y la línea de crédito CajaSur «hubiera sido técnicamente insolvente con un impacto adverso severo en otros bancos y en el conjunto del sistema financiero español», en particular en el resto de las cajas. Por ello, encontró que las medidas de emergencia eran «temporalmente compatibles con el mercado interior por razones de estabilidad financiera».Las autoridades españolas reconocieron a Bruselas que, una vez que la fusión con Unicaja falló el 21 de mayo, no había «solución de mercado» disponible para la entidad, lo que determinó la intervención estatal, para evitar la amenaza que supondría el progresivo deterioro de CajaSur «debido a las condiciones macroeconómicas actuales en España y las turbulencias en los mercados financieros». La carta recoge que España se ha comprometido a presentar un plan de reestructuración para Cajasur en un mes, que deberá ejecutarse antes del 22 de noviembre.
The Economist: «España ha perdido un tiempo precioso»- El semanario británico The Economist criticó esta semana, a raíz de la intervención de CajaSur, que España «ha perdido un tiempo precioso» para reestructurar su sistema financiero después de que estallara la crisis económica hace dos años.- En un artículo en el que aborda la situación de las cajas de ahorro españolas, advierte de cómo está afectando la crisis en nuestro país y de las dificultades por las que atravesarán los bancos este año por la «contracción del crédito».- Por todo ello, cree que si finalmente no se produce una nueva «oleada» de operaciones en el sector financiero en la que «las entidades fuertes se harán con las más débiles», será un «milagro».- El artículo, titulado «Un desorden profano», comienza señalando que «al final, CajaSur creyó en Dios» tras la intervención del Banco de España, pero advierte de que el proceso de fusiones de cajas iniciado en nuestro país es el inicio de un «proceso más largo».
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