La Generalitat garantiza ahora que los funcionarios cobrarán la paga extra

BARCELONA – La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, aseguró que «todos los funcionarios de la Generalitat cobrarán la paga extra». Ortega, además, abogó por «recuperar el prestigio» de trabajar en la administración pública y que las rebajas salariales sean consensuadas.
La medida de suprimir a la paga extra se ceñirá a la idea original de los consellers y los altos cargos, unas 350 personas. No obstante, el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, que dio por cerrado este debate de cara a 2011, no descartó que la medida pueda aplicarse el próximo año, dado que no dispone de «una bola de cristal». De hecho, ni siquiera Mas-Colell especificó que se tratara de la paga extra de la próxima Navidad por lo que la puerta sigue abierta, ya que «el año que viene será muy difícil».
Después del revuelo generado con las declaraciones de Mas-Colell anteayer, también el conseller de Interior, Felip Puig, tuvo que salir al paso y afirmó que «todos los funcionarios tendrán paga de Navidad, pero habrá que seguir haciendo sacrificios». «Hay que diferenciar entre el voluntarismo de los políticos y el profesionalismo de los trabajadores», añadió
En cualquier caso, Ortega subrayó que «más que una medida populista es un gesto en un momento en el que hay mucha gente que pasa dificultades», y en este contexto, «el gobierno de la Generalitat también tiene que estrecharse el cinturón».
La vicepresidenta, que protagonizó una conferencia organizada por Nueva Economía Fórum, insistió en que su ejecutivo no quiere imponer nuevas rebajas salariales, ni a los funcionarios ni a los demás trabajadores de empresas públicas. Sin embargo, admitió que «a veces hay que decidir medidas preventivas» en una situación de grave crisis. Ortega puso como ejemplos los acuerdos alcanzados en diversas empresas públicas, como la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, que aceptaron una rebaja salarial del 5 por ciento.
La vicepresidenta de la Generalitat, en otro orden de cosas, situó como objetivo prioritario la aprobación de una ley electoral catalana, algo que reconoció que «no será fácil», y reivindicó el pacto fiscal, que calificó como un objetivo justo y ampliamente compartido en Cataluña, «no una deriva radical».