Fútbol

«Nos sentimos robados»

El árbitro no da un gol que el linier sí vio y España cae ante Croacia

¿Fue gol? La jugada no paró de repetirse en el videomarcador, pero el árbitro, el esloveno Margeta, ni miró. Las protestas de Rafa Aguilar de poco sirvieron
¿Fue gol? La jugada no paró de repetirse en el videomarcador, pero el árbitro, el esloveno Margeta, ni miró. Las protestas de Rafa Aguilar de poco sirvieronlarazon

Londres- «¡Gol, gol, gol!», gritaban desde la grada. La jugada se repetía en los videomarcadores una y otra vez. Era muy ajustada, pero el árbitro esloveno Boris Margeta no quería mirar. El juez de línea dijo que la pelota había entrado, pero Margeta no quiso saber nada. Ni consultó a su ayudante, la persona que más claro pudo verlo, la que más cerca estaba de la portería, que se quedó esperando por si le preguntaban. Pero nada. «Están ahí sólo para mirar las líneas y para tirar pelotas», se quejó amargamente Rafa Aguilar. Una de sus dos funciones quedó anulada ayer. Su única misión fue devolver a la piscina los balones que se iban fuera. «Si el línea no dice nada, no sé para qué está», añadía Iván Pérez. Pero el árbitro había tomado una decisión y no se planteó cambiar. España perdió 8-7 con Croacia, aunque recurrió la decisión. No sirvió de nada.

La polémica llegó en la última acción del partido, un lanzamiento de Iván Pérez casi de espaldas, a la desesperada. El portero tocó la pelota, que siguió su curso despacio hacia la portería, el hispano cubano lo celebró, pero el gol no subió al marcador ante la incredulidad de los españoles. Manotazos al agua, manos a la cabeza y una carrera de Rafa Aguilar en busca del árbitro. «Pero mira el vídeo, mira el vídeo», le pedía, escoltado por sus jugadores, mientras señalaba las pantallas. Incluso le suplicaba con las manos juntas. No logró convencerlo y tras varios minutos de conversación, se rindió. «Iván ha dicho que era gol y no tiene precisamente acné como para mentir», insistía el seleccionador, que insinuó que el árbitro sabía que era gol, pero no quiso cambiar.

«Nos sentimos robados», aseguraba Xavi Vallés, una sensación extendida al resto del grupo. «5.000 aficionados lo han visto y lo han pedido, también el juez de gol, pero una persona ha dicho que no y su opinión es la que prevalece. No ha querido rectificar», opinó Felipe Perrone. «Él decide que no es gol sabiendo que sí ha sido, porque lo estaba viendo por televisión. Pero se mantuvo en sus 13. Es lamentable», aseguró Iván Pérez, uno de los que más pidió el uso de nuevas tecnologías: «Ya se hace en otros deportes».