África

El Cairo

La resistencia se atrinchera en Tahrir

La decepción e indignación tras el discurso pronunciado anoche por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha alentado a los manifestantes a continuar sus protestas en la cairota plaza Tahrir y a acercarse al palacio Presidencial.

Miles de personas han pernoctado, como ya es habitual, en Tahrir (Liberación en árabe) para demostrar que no claudican en su lucha contra el régimen tras el mensaje del mandatario, que expresó su intención de seguir en el poder.

Pero los manifestantes no se han limitado a concentrarse en esta plaza, símbolo de las protestas políticas contra Mubarak, sino que las protestas se han extendido a otros lugares de la capital.

Varios centenares de personas han marchado esta madrugada hacia el palacio Presidencial en El Cairo, situado en el barrio de Heliópolis.

Los movimientos juveniles y los grupos opositores han convocado hoy una multitudinaria manifestación, que después de los últimos acontecimientos promete ser aún más masiva que las convocatorias precedentes.

Los grupos pro democracia han hecho un llamamiento para que la jornada de hoy sea la de la manifestación de los 20 millones, en un país con una población superior a los 80.

La renuncia de Mubarak y la caída del régimen actual es el objetivo de esta revuelta popular sin precedentes que comenzó el pasado 25 de enero, por lo que ayer la expectación era enorme ante la posibilidad de que el presidente anunciara su salida del poder.

Pero Mubarak se limitó a anunciar en un discurso por televisión que había cedido algunas prerrogativas al vicepresidente Omar Suleimán y confirmó que se mantiene en el poder.
Además, en su alocución, el jefe de Estado no solo no renunció a la presidencia, sino que además se comprometió a dirigir un proceso que lleve a unas "elecciones (presidenciales) libres y limpias"en septiembre próximo.

Este revés no ha desanimado a los decenas de miles de personas que anoche siguieron el mensaje en una pantalla en Tahrir, y que según avanzaba el discurso se quitaron los zapatos y los levantaron al aire mostrando la suela, un gesto de desprecio en el mundo árabe.

Antes del fin de la alocución, los manifestantes comenzaron a gritar "Vete, vete, Hosni Mubarak", uno de los lemas más repetidos desde el inicio de estas protestas y que sin duda se volverá a escuchar hoy.