Cuidado con los perros

Cuando el director y guionista Rod Lurie decidió abordar una versión de «Perros de paja» en 2011 (cuarenta años después de la violenta cinta de Sam Peckinpah) se propuso hacerlo desde otra perspectiva. Así lo explica el realizador: «Peckinpah era muy pesimista sobre la condición humana y yo soy más bien lo contrario. Así que pensé que podría resultar un experimento interesante ver si era capaz de rodar la misma película, pero desde un punto de vista diferente». Su idea era partir de la novela de Gordon Williams, «The siege of Trencher's farm» y a partir de ahí colocar como foco del terror psicológico un pueblo sureño donde la vida está marcada por la cerrazón y el machismo de sus habitantes.

James Marsden («27 vestidos», «En- cantada: La historia de Giselle»), actor curtido en la comedia romántica, da un giro en su carrera al meterse en la piel del protagonista, un papel con mucho peso dramático y que remeda al que en su día interpretó Dustin Hoffman. Es David Sumner, guionista de Los Ángeles que se traslada con su esposa (Kate Bosworth) a una población del Sur profundo de EE UU. Una vez allí surgirán una serie de conflictos entre el matrimonio (el regreso al pueblo de ella y el encuentro con su ex novio, a quien da vida Alexander Skarsgard) serán una fuente de conflictos. Para el rodaje se optó por los escenarios de la localidad de Shreveport, en Luisiana, donde se construyó una casa y un granero. La producción, además, estuvo recorrida por un leitmotiv temático, según dice Laurie: «Utilizamos el fuego como tema en esta película porque me gusta la expresión de Nixon en la que afirma que el acero más resistente debe pasar primero por el fuego más fuerte, y eso es lo que le ocurre a David».

Director al límite
En la versión de 1971, Hoffman era un matemático que se trasladaba con su esposa a un pueblo en Irlanda para trabajar con tranquilidad. El director mostró en el filme dónde puede aguantar un ser humano.