Estados Unidos
«Parece que esta juventud no tiene fondo»
Nació: en 1982, Salamanca. Una película: «El Padrino». Un libro: «Los viajes oníricos», de Randolph Carter. Dentro de 20 años: me veo pintando en una casa de madera.
–Acaba de exponer en el Espacio Valverde de Madrid, dentro del proyecto artístico, Safewalls, el cartel con el que homenajea el nuevo proyecto del Circo del Sol, «Corteo». Le ha salido muy naif.
–Era la intención. El circo que yo vi de pequeño con animales moribundos daba más pena que risa. No cumplía las expectativas.
–Su cartel sí que las cumple. Recuerda a las imágenes de la película «Freaks» de Ted Browning.
–Sí, me gusta retratar a los «freaks» del circo, a esos personajes rechazados por la sociedad, con vidas extrañas, gente que son unos «outsiders», y descubrir su belleza, que se enamoran, que ríen y lloran como todos. Por ejemplo, imagínese el amor que surge entre una mujer con barba y el chico pulpo... Si ellos se quieren... Y es más interesante, o a mí me lo parece, que reflejar el amor entre un chico y una chica normales.
–¿Para ser artista plástico hay que tener vocación?
–Hay que tener vocación para todo. Si no hubiese podido ser pintor, hubiera sido escritor. A mí lo que me gusta es contar historias y es a lo que me dedico: a contar historias dibujando, historias de amor, de desamor, todas tienen un mensaje positivo.
–¿Cómo valora estos tiempos?
–Estamos instalados en la ruina en muchos sentidos, pero hay que ser optimistas. Tengo 29 años y 37 millones de caminos que puedo elegir. Tengo oportunidades y, si fallo, no pasa nada. Con tal de salir vivo, no pasa nada.
–Y el mundo del arte, ¿se sale vivo o termina devorando a quien está dentro de él?
–Yo lo veo desde fuera, no estoy muy metido en el mundo de las galerías. Es difícil entrar y gozar de una estabilidad en el mundo del arte. Lo sé porque mi padre es pintor y en cierta manera te exprimen. Suerte que todavía tengo la enorme ventaja de que me gusta mucho lo que hago y encaja en un perfil artístico.
–¿Qué papel está jugando la juventud en estos tiempos de crisis?
–Un papel catastrófico. Fíjese, es la juventud posiblemente mejor preparada, pero parece que no tiene fondo, no hay nada sustancioso en ellos. Es como si fuesen un bote maravilloso, pero como si dentro no hubiese perfume.
–Aunque tampoco se les está dando las mejores herramientas para construir un futuro...
–Cierto, pero en su gran mayoría no están comprometidos. Luchan poco o nada por sus derechos y reivindicaciones. El compromiso no existe. Además, hay mucha superficialidad y uniformidad: nos pueden confundir perfectamente con chicos de Estados Unidos o Reino Unido. La verdad es que siempre he sido un poco viejo.
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