Asia

Tokio

Japón intenta a la desesperada evitar una fusión en Fukushima

Los equipos de emergencia de la central nuclear de Fukushima comenzaron este mediodía a utilizar cañones de agua para tratar de enfriar el reactor 3, después de que dos helicópteros arrojaran horas antes agua salada desde el cielo sobre esa unidad.

Según la televisión pública NHK, varios camiones militares y de la policía con cañones de agua iniciaron las operaciones en la unidad 3, donde los esfuerzos se concentran en bajar la temperatura de su piscina de combustible.

La operación de rociado de agua con helicópteros comenzó alrededor de las 9.48 hora local (00.48 GMT), se realizó en varias pasadas e instantes después, columnas de humo blanco empezaron a salir de la estructura. La agencia Kyodo teme que el humo sea vapor de agua radiactivo procedente de la piscina que almacena las varillas, y eso indicaría que el recipiente de seguridad que protege al núcleo está dañado.

Poco después, los servicios de emergencia han detenido temporalmente las operaciones de enfriamiento con agua desde helicópteros del reactor 3 por los altos niveles de radiación.

Inicialmente se desconocía si la operación tuvo éxito. NHK explicó que los pilotos tienen órdenes de no quedarse estáticos para evitar quedar expuestos a grandes cantidades de radiación procedente del complejo que tienen justo debajo.

El nivel de radiación alrededor de la central, donde se encuentran algunos trabajadores, alcanzaba hoy los 3.000 microsievert por hora, frente a los 1.000 microsievert al año que se consideran seguros para la salud humana.

El Gobierno de Japón, no obstante, asegura que no hay planes de ampliar el área de evacuación más allá del radio establecido de 20 kilómetros de la planta de Fukushima.

La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón insistió en que la prioridad es enfriar con agua suficiente los reactores 3 y 4, y especialmente sus piscinas de combustible atómico.

Éstas sirven para guardar el combustible ya utilizado sumergido en agua a fin de evitar su sobrecalentamiento. Si el nivel del agua baja, la subida de temperatura puede llegar a provocar el fuego y, por tanto, nubes de material radiactivo.

Según los ocupantes de uno de los helicópteros militares que sobrevolaron la zona, en la piscina de la unidad 4 todavía se apreciaba agua, indicó TEPCO, por lo que la prioridad se ha establecido en el 3.

Las piscinas de estas dos unidades estaban situadas cerca del techo del edificio que albergaba los reactores, pero éste quedó seriamente dañado a causa de explosiones de hidrógeno, por lo que no hay una cubierta que reduzca sus emisiones.


Los técnicos intentan restablecer la electricidad
Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) intentan establecer nuevas conexiones de electricidad con la central de Fukushima-1 para poner en funcionamiento de nuevo sus sistemas de refrigeración con el fin de detener la fuga radiactiva.

TEPCO medita obtener esta electricidad directamente de la línea de otra compañía del sector. Después se conectarían los cables a un cuadro improvisado. La cadena pública NHK informa de que los empleados no fueron capaces de llevar a efecto su plan a lo largo del miércoles por culpa de la radiación. Ahora, tratarán de completar la instalación lo antes posible para reducir el tiempo de exposición a este peligro.

Los generadores alimentados con gasóleo de los que dependían estos sistemas dejaron de funcionar a raíz del terremoto del viernes y resultaron además dañados durante el consiguiente tsunami.

Actualmente, los reactores uno, dos y tres no cuentan con el circuito de refrigeración, mientras que han resultado igualmente afectadas las barras de combustible gastadas en el número seis. Debido a ello, estas barras han quedado expuestas por encima del nivel del agua refrigerante, lo que podría provocar daños mayores, como una fusión.

La prioridad ahora es restablecer el funcionamiento de la refrigeración para acabar con las fugas de elementos radiactivos


Otras 28.000 personas son evacuadas por temor a la radiación en Fukushima

Otras 28.000 personas han sido obligadas a abandonar sus hogares por su cercanía a la central de Fukushima-1, donde se registran niveles preocupantes de radiación a consecuencia del accidente nuclear.

El canal público NHK informa de que hasta 31 gobiernos municipales de la prefectura de Fukushima hablan de un total de 28.152 ciudadanos evacuados, a los que se añaden aquellos que ya se encuentran en refugios alejados de la zona de peligro. Muchos de los refugios temporales ya están saturados y no pueden recibir a más evacuados. El número de personas que tratan de salir de Fukushima hacia otras prefecturas no hace sino aumentar.
La vecina prefectura de Niigata ha recibido ya a 2.700 evacuados de Fukushima y las autoridades han reservado las plazas de 17 hoteles en la Ciudad de Niigata y otras poblaciones para los próximos que lleguen.

En la prefectura de Yamagata (al norte), se han empezado a realizar pruebas de radiactividad y chequeos médicos a los desplazados, que en este territorio ya suman 1.600. Tochigi, al sur de Fukushima, ha recibido a 320 habitantes de esta región.


Tres reactores dañados

La OIEA ha confirmado hoy que están dañados los núcleos de los reactores 1, 2 y 3 de la central nuclear de Fukushima Daiichi. Por su parte, la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos (NRC) ha advertida de que las radiaciones en este planta son "extremadamente altas".

Amano indicó que los núcleos siguen uno o dos metros al descubierto aunque reconoció que se desconoce "la situación exacta dentro de los reactores". Añadió, sin embargo, que la presión en el interior sigue estando al nivel atmosférico, lo que "sugiere que siguen en gran parte intactos".

Amano no quiso referirse a que el peligro sea hoy mayor que ayer e insistió en que tanto el Gobierno como los gestores de la planta hacen todo lo posible para estabilizar los reactores. Al respecto, Denis Flory, responsable de Seguridad Nuclear en el Organismo, hizo alusión a que los esfuerzos para inyectar agua en el núcleo: "Es lo mejor que se puede hacer y lo que recomiendan los expertos".

En ese sentido, indicó que la evolución de la crisis dependerá "de la capacidad de enfriar el núcleo y de reducir la presión". Flory destacó que se han registrado emisiones de gases y vapores a la atmósfera pero no de partículas sólidas, algo especialmente peligroso en el caso del reactor número 3, que emplea plutonio como combustible nuclear. "El plutonio no es una preocupación en este momento", dijo Flory.

Respecto a la radiación, Amano admitió que los niveles "han aumentado en Tokio y otras ciudades"pero descartó que supongan un peligro para la salud humana. Sobre la radiación registrada en Fukushima, a las 02.40 GMT de hoy, dijo que se detectaron niveles de 2,6 milisieverts.

Amano ha dicho que espera poder volar a Japón este jueves y permanecer allí un día, durante el cual pedirá más información a las autoridades niponas. "La situación (...) es muy grave", ha declarado el director general en una rueda de prensa.