Sevilla
Un novillo hace 46 años
Cuatro décadas después se hizo historia en el albero de la Real Maestranza: el indulto de un astado en Sevilla. El último acontecimiento de este tipo se produjo en 1965, concretamente la tarde del 12 de octubre, cuando el novillero Rafael Astola perdonó la vida a «Laborioso», pero en este caso se trataba de un utrero con el hierro del Marqués de Albaserrada. Habían transcurrido más de 46 años sin que los aficionados del coso hispalense pudiesen contemplar una estampa como la que vivieron ayer a las orillas del Guadalquivir. Pero más importancia se observar que desde que en 1881 que se inaugurase el coso ,tal y como lo conocemos hoy en día, nunca se había perdonado la vida a un toro, lo cual demuestra la importancia de lo ocurrido en la sexta corrida de la presente Feria de Abril.
La tarde de ayer se ha convertido en un hito histórico que recogerán los Anales del toreo. José María Manzanares perdonó la vida a «Arrojado» ejemplar de con el hierro de Núñez del Cuvillo, convirtiendo a éste en el primer criador que observa como uno de sus toros vuelve a la dehesa después de haber saltado al albero. El torero y el criador grabaron ayer su nombre en el «libro de honor» de una institución con más de ocho siglo de tradición taurina.
Regreso triunfal
Cuatro temporadas después, volvieron a salir por la «puerta de los sustos» reses que lucían la divisa y pial de Núñez del Cuvillo. La última vez que el criador gaditano embarcó una corrida con destino al coso maestrante se produjo en 2007. Aquella ocasión fue, como ayer, un éxito y se repartieron cinco orejas entre la terna, que la conformaban Jesulín de Ubrique, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante. Desde entonces, empresario y ganadero nunca llegaron al acuerdo. Y, ahora, materializado éste, ha desembocado en una tarde que pasará a la memoria de todos.
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