Alimentación

La alimentación forzosa en la producción de «foie» por José Antonio VERA

La alimentación forzosa en la producción de «foie», por José Antonio VERA
La alimentación forzosa en la producción de «foie», por José Antonio VERAlarazon

Foie Gras» significa «hígado graso» en francés, y para muchos es una delicia culinaria. Lo que no sabe todo el mundo es cómo se obtiene el «foie», o al menos cierto tipo de «foie». Una vez que uno lo averigua la verdad es que se le quitan todas las ganas de pedir «foie». La cosa es que buena parte del que consumimos se logra tras forzar a las ocas metiéndoles de manera cruel cantidades ingentes de comida por un tubo que les insertan por la boca hasta el esófago. He tenido ocasión de ver un par de reportajes al respecto, leer varios informes y entrar en la página de You Tube «Foi Gras- Maltrato Animal». Es casi imposible terminar de ver la secuencia sin quedar impactado. Se trata de un procedimiento de alimentación que provoca una inflamación grotesca de los hígados. Se consigue así un hígado graso hipertrofiado que aunque sigue siendo caro en el mercado, resulta más barato para el consumidor debido al aumento en su producción.
De manera que el manjar «gourmet» llamado «foie», o al menos una parte del «foie», es en realidad el tejido de un animal torturado. El «hígado graso» en humanos es de hecho una enfermedad que puede ser degenerativa si no se trata a tiempo y que con frecuencia acaba en cirrosis. Esto mismo se les provoca a las ocas, agrandándoles el hígado hasta su degeneración grasa total. Resulta más que interesante el informe «Forced Feeding» sobre alimentación de patos y ocas de «Advocates for Animals y WSPA». Explica como estos animales pasan su tiempo en jaulas individuales donde no pueden levantarse ni girarse ni extender sus alas ni vivir como cualquier animal merecería vivir. A las ocas se las priva de su instinto de búsqueda de comida y no tienen acceso a agua para bañarse y lavar sus plumajes. Se les reduce el tiempo que pasan al aire libre, para acostumbrarlas a la «alimentación forzada», de manera que a las 6 semanas se les ofrece alimento sólo una vez al día, y de las 10 se aumenta cada día la cantidad de comida animándoles a comer más cantidad y más rápidamente provocando un crecimiento anormal de su esófago.
La mayor parte de los patos utilizados se crían en jaulas tan pequeñas que apenas pueden moverse, con la parte delantera abierta para permitir que saquen la cabeza para beber y ser alimentados. Son frecuentes las úlceras en los pechos y patas provocados por el hecho de que están presionados contra el suelo y mojados de sus propios excrementos. La manera de inyectarle la comida es realmente cruel. Se abre la boca al pato y se le mete un embudo y por el, con motor eléctrico, el pienso en 45-60 segundos, si bien con un sistema neumático el tiempo se acorta a 2-3 segundos.
Los animales pueden sufrir variedad de lesiones: heridas o inflamación del cuello provocadas por una brusca inserción del tubo de alimentación o por una comida demasiado caliente, hematomas o perforación del esófago e incluso asfixia si accidentalmente se fuerza la comida por la tráquea. El hígado, órgano purificador del cuerpo, que procesa las grasas y vuelve inofensivas a las toxinas, al no ser suministrado los nutrientes adecuados en la alimentación forzada, sufre una degeneración grasa de sus células. La carencia alimenticia provoca que acumule grasas en vez de eliminarlas, razón por la que se hincha de unas 6 a 10 veces su tamaño normal, y cambia su composición química, aumentando la grasa y proteína y disminuyendo la cantidad de agua. Este hígado es rico a paladar por la cantidad de grasa, pero nada saludable por el mismo motivo.Una pena porque el hígado en sí es un superalimento potente en nutrientes, proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y enzimas, siempre a condición de que se trate de animales sanos, no enfermos como pueden ser los pre-cirróticos. O sea, como muchos patos y ocas utilizados para la producción de «foie». Los productores industriales niegan la mayor y dicen que es una práctica lícita con mucha leyenda sobre jaulas y tubos. Seguro que no todos actúan igual. Pero con que lo hagan algunos ya hay motivo para la polémica.