Copa del Rey

Barcelona

Éxtasis celebración y mensaje

Sentado en el piso inferior del autobús, ajeno a la locura que le rodeaba, Pep Guardiola repasaba tranquilamente la prensa mientras sus jugadores, en el piso de encima, cerveza en mano, recibían el cariño de una ciudad y una afición entregada a un equipo de leyenda, y que ya opta a ser considerado el mejor de toda la historia del fútbol tras su exhibición en Wembley ante el Manchester United.

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La cuarta «Champions» del Barça fue celebrada con más intensidad que nunca por un barcelonismo rendido a la magia de unos jugadores únicos. Las calles de la capital catalana se llenaron con 850.000 personas y el fin de fiesta en el Camp Nou puso un colofón a la altura de lo que la ocasión merecía. Guardiola necesitará mucho tiempo para digerirlo todo.
Había muchísimas ganas en Barcelona de celebración. Las puertas del Camp Nou debían abrirse a las 18:30, un par de horas antes de la llegada prevista de los autobuses de los jugadores, pero poco después de las 17:30 los responsables de seguridad decidieron dejar pasar a una marabunta de aficionados que se agolpaba por todos los lados. Las carreras por encontrar el mejor sitio se multiplicaron y las gradas del coliseo azulgrana se llenaron a una velocidad increíble. En una hora, más de 90.000 enfervorizados «culés» abarrotaron el estadio, las puertas se cerraron y miles de personas se quedaron la calle.

La victoria en Wembley y la coronación del Barça como mejor equipo del mundo ha sumido al barcelonismo en un estado de éxtasis absoluto, como se pudo observar ayer por la ciudad. Banderas en los balcones, camisetas por la calle, sonrisas por doquier y una fiesta única coronaron un día inolvidable para los «culés». La «rúa» transcurrió con mucha alegría y sin incindentes desde el Moll de la Fusta hasta el Camp Nou, trayecto que la expedición cubrió en poco menos de tres horas. Mientras tanto, actuaciones musicales y un emotivo montaje sobre la final amenizaron la espera en el Camp Nou. La fiesta fue más corta de lo esperado. A diferencia de lo ocurrido hace dos semanas, durante los festejos por la Liga, el público no pudo escuchar a todos los jugadores y tan sólo hablaron los más significativos. Se esperaba especialmente el discurso de Messi, que había prometido «hablar» si ganaba la «Champions», pero el argentino demostró que las palabras que mejor pronuncia son cuando tiene el balón en los pies; con un micrófono, se convierte en un jugador del montón. «Prometí que hablaría y aquí estoy, pero no tengo gran cosa que decir. Ojalá disfrutemos de muchos más éxitos como éstos», dijo el mejor jugador de la Tierra.

Muy diferentes fueron las palabras de Gerard Piqué, que cerró los turnos de palabra con un mensaje muy contundente y que resume a la perfección el sentimiento del vestuario azulgrana, liberado tras otro doblete histórico. «Nosotros ni nos drogamos, ni nos tiramos, ni compramos árbitros; sólo jugamos a fútbol». Poco más se puede decir en tan poco tiempo. Más emotivas fueron las palabras de Abidal, aún emocionado por el gesto de Puyol de dejarle levantar el trofeo en Wembley. «Gracias a todos y, en especial, a Puyol por lo que hizo. Fue el mejor día de mi carrera futbolística», comentó. Iniesta estuvo más contundente que de costumbre y también dejó espacio para la reflexión: «Mi corazón me dice que lo más grande es ser "culé"y estoy orgulloso de serlo». Xavi se entiende tan bien con el de Fuentealbilla sobre el césped como con el micro: «Siempre he estado orgulloso de ser culé y catalán, y ahora más que nunca». Guardiola informó de que quería entrenar hoy y sus jugadores se fueron de juerga.

Fin de fiesta con Shakira
La cantante colombiana fue una de las primeras en felicitar a Piqué y sus compañeros. No pudo estar en Wembley porque tenía concierto en Marruecos. Informada de la victoria en plena actuación, Shakira no tuvo reparos en compartir la alegría con sus fans marroquís. Su siguiente cita fue ayer, en el Estadio Olímpico de Montjuïc, un concierto al que invitó a toda la plantilla del Barça, que aceptó encantada la ofrenda. Tras la fiesta del Camp Nou, los jugadores se marcharon rápidamente hasta Montjuïc y Shakira prometió alguna sorpresa en clave azulgrana. Antes de abandonar la fiesta del Barça, micrófono en mano, Piqué animó a los «culés» a seguirles hasta la montaña olímpica. «Os espero a todos en el concierto de Shakira», fueron las últimas palabras que se pronunciaron, ante el éxtasis de 90.000 almas. No todas se acercaron al recinto, no habrían cabido.

Puyol se operará la rodilla y se perderá la pretemporada
Los sentimientos en la cabeza y el corazón de Carles Puyol son contrapuestos. El gran capitán azulgrana vive momentos felices, tras conseguir su tercera Liga de Campeones en Wembley. Su gesto con Abidal, permitiendo que el francés levantara la «Orejuda», traspasó fronteras y fue alabado en medio mundo. Pero dentro de toda esa algarabía, Puyol, que apenas ha participado en tres partidos en los últimos dos meses, confesó que pasará por el quirófano para solventar los problemas que arrastra en la rodilla izquierda. El central azulgrana se operará en los próximos días y estará bastantes semanas de baja. No podrá hacer la pretemporada y es duda para las dos Supercopas, en agosto.