Cádiz
Pablo Carbonell: «Es una gozada bañarse en el océano Atlántico»
Nacido en Cádiz y criado en Huelva, prefiere no decantarse por ninguna de las dos provincias. Eso sí, invita a todos a disfrutar de los encantos de la costa Atlántica andaluza.
-Últimamente no para. ¿Qué proyectos tiene ahora?
-Pues estoy descansando. Acabamos de terminar 16 nuevos capítulos de Hospital Central para emitir en septiembre. Además, doy conciertos con «Los toreros muertos» en solitario. También sigo haciendo teatro con «La curva de la felicidad».
-Con tanto trabajo, ¿tiene tiempo de escaparse a su tierra?
-Sí, porque allí también hago otras cosas. Siempre que viajo a mi tierra, mi guitarra y mi ordenador vienen conmigo.
-Nacido en Cádiz y criado en Huelva. ¿Le pongo en un compromiso si le digo que elija?
-No, en ninguno. Risas.
-¿Qué destacaría de la parte Atlántica de Andalucía?
-Pues que si alguien quiere saber lo que es una playa y sentir lo que es bañarse en un océano, que no se corte. Yo les invito a que vengan, que somos muy hospitalarios.
-¿Qué le recomendaría hacer a una persona que va a viajar a esta zona?
-Le aconsejaría que si va a descansar busque una playa tranquila y se plante. Todo lo más importante del mundo pasará por allí.
-¿Qué es lo que uno no puede perderse si viaja a la Costa de la Luz?
-De Cádiz su casco antiguo, que lo puedes visitar a través de cuatro rutas: la ruta del Recinto Medieval y Puerta de Tierra; la ruta de Castillos y Baluartes; la de Cargadores a Indias y la ruta de la Constitución Gaditana. También hay que ver una carrera de caballos en la playa de Sanlúcar de Barrameda, declarada de interés turístico internacional. Son las carreras de caballos más antiguas de Europa y se realizan en la desembocadura del Guadalquivir. De Huelva no hay que perderse la playa de Mazagón y las Minas de Riotinto, un municipio singular con un paisaje que no se encuentra en ningún sitio de Andalucía.
-¿Qué destaca de la cocina?
-La gastronomía es como la mediterránea, la más sana del mundo, pero con calidad oceánica. No dejen de pedir acedías fritas.
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