Gómez el moroso

MADRID-El «retraso» en el pago de las nóminas a los trabajadores del PSM ha pasado a ser un impago en toda regla. Según confirmaron a LA RAZÓN fuentes del partido, los 51 empleados no han cobrado el salario correspondiente a marzo y abril. Es más, la semana pasada se les comunicó que no se sabía aún cuándo cobrarían, pero «los que tengan la necesidad podían pedir un anticipo para poder ir tirando».

Un anticipo que, según replican los indignados, no es tal puesto que es parte del sueldo que se les debe. «Nos han dado la misma explicación, que no hay dinero y que están esperando la subvención por la campaña electoral», se quejan los trabajadores, que siempre solían cobrar antes de fin de mes. «Llevamos ya un año en el que el ingreso de la nómina se retrasa hasta cinco días algunos meses», detallan.

Un crédito bancario
Pese a que la secretaria de Finanzas del PSM, Rosa Alcalá, afirmó el pasado 19 de abril que era «absolutamente falso» que los empleados del partido llevasen dos meses sin cobrar, también reconoció que se habían «retrasado» en el abono de la nómina del mes de marzo. Sin embargo, los trabajadores no sólo no han cobrado el salario de dicho mes sino que a día 3 aún no les han pagado los dos sueldos pendientes.

«Otra de las excusas que ponen es que no han llegado las cuotas de la dirección federal, que se repartir, proporcionalmente», explica un empleado del PSM que ha podido averiguar que el partido ha consultado a varias entidades bancarias para pedir un crédito. «La petición creo se está negociando también a nivel federal y con la Comunidad de Madrid», detalla.

Pero lo que más preocupa a los trabajadores, que ya están teniendo problemas por la morosidad del partido, es que los rumores de que la situación podría empeorar se escuchan cada vez más fuerte. «En la reunión en la que nos explicaron que no sabían cuándo se pagaría se comentó la posibilidad que, como último recurso, se plantease un ERE», explica. Los despidos, tal y como publicó LA RAZÓN, podrían afectar al PSOE federal, y que a los empleados del PSM se les ha comunicado que se intentaría antes prejubilar o, incluso, rebajar el sueldo para que no afectase tanto a una plantilla ya de por sí exigua.

«Nosotros recibimos la bajada de sueldo con los brazos abiertos, cualquier cosa antes que el despido, pero que antes nos paguen el sueldo», reclaman. El medio centenar de trabajadores de los socialistas madrileños también se queja de que encima de que ya hubo despidos, éstos han sido improcedentes y ahora suponen una deuda más para las arcas del partido que lidera Tomás Gómez.

Precisamente ayer, Gómez criticaba en la Asamblea de Madrid los recortes del Gobierno regional y conminó a la presidenta, Esperanza Aguirre, a considerar «el dolor» y el «sufrimiento que causan sus mentiras y sus recortes que alegremente le parece que son pocos». En cambio, a los empleados del PSM se les explicó que «ya está todo muy ajustado, así que sólo queda reducir en gastos de personal y salarios», señalan, y recuerdan que, por el capricho de Gómez, se pagan 13.000 euros al mes por el alquiler de la sede del partido en Callao más el coste de una plaza de garaje para la moto del secretario general.

Antes de la reforma
Al menos, los empleados del PSM confían en la comisión negociadora que se ha creado a nivel federal, en la que están representados todos los comités de empresa de cada federación socialista en España, y que llevará la negociación de los ajustes de personal con la Ejecutiva General del PSOE. «Tenemos confianza en que se hagan las cosas como es debido desde el federal, no lo que nos han ofrecido hasta ahora en el PSM», señalan. Con todo, les preocupa que, en caso de que haya despidos, el partido les aplique la actual reforma laboral, con 20 días de indemnización en lugar de la antigua, con 45 días por año trabajado.

Un «retraso» de más de dos meses
El pasado 20 de abril Esperanza Aguirre reveló en la Asamblea de Madrid que el PSM no pagaba a sus trabajadores desde febrero. El partido aseguró en aquel momento que se debía a un «retraso». Ayer los trabajadores confirmaron que ya acumulan dos meses de impagos