Muere por causas desconocidas un trabajador de Fukushima

La Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) aseguró que no se detectaron materiales contaminantes en el cadáver, que el cuerpo no había sufrido niveles de radiación letales y que tampoco presentaba heridas. La empresa pasó revista al resto de operarios, quienes no mostraron ningún síntoma extraño. De la víctima, cuyo nombre no se ha hecho público, se sabe que tenía más de 60 años y que estaba transportando una carga hacia un depósito de desechos cuando se desmayó. Fue trasladado inmediatamente a la enfermería y murió a primera hora de la mañana, poco después de la hora a la que comenzaba su turno. Según insistieron portavoces de Tepco, llevaba puesta toda la ropa de protección reglamentaria, incluida la máscara. Como tantos otros operarios, había sido contratado por una empresa intermediaria.

La Prensa japonesa trató la noticia con cautela y no prosperaron teorías especulativas, a la espera de los resultados de la autopsia. Lo cierto es que las críticas ante la situación en la que se trabaja en la planta de Fukushima han sido constantes durante toda la crisis nuclear. Además de no contar durante el primer mes de crisis con material adecuado (incluidos los medidores de radiactividad), la mayoría de los operarios no ha recibido entrenamiento alguno para afrontar la arriesgada misión que estaban llevando a cabo. También se ha denunciado la mala alimentación y el nulo apoyo ante situaciones de estrés. Por si fuera poco, los «héroes de Fukushima» no disponen de atención médica dentro de la central, sino que tienen que viajar hasta la base de descanso, situada a 20 kilómetros, para ser recibidos por un médico.