Sin desconectar por Enrique Miguel RODRÍGUEZ

A punto de la desconexión de España, que se ha producido tradicionalmente en el mes de agosto y que ha hecho grandes servicios para el descanso de los cuerpos, para olvidarse de los miedos y zozobras que las obligaciones te producen, para vivir con la familia 24 horas diarias –a pesar de los riesgos que ello conlleva–, incluso para rumiar la decepción del lugar escogido para vacaciones, la política no te fastidiaba. Pues con todo esto y con lo que cualquier lector pueda aportar, las vacaciones de agosto, que vienen a ser como el paraíso buscado durante todo el año, no se producirán para muchísimos en esta ocasión. Les contaba ayer que estaba pasando unos días en Zahara de los Atunes. Este magnífico lugar de la costa gaditana se ha convertido a través de los años en un especialísimo destino, donde conviven los lugareños de siempre en sus pequeñas casas con las lujosas urbanizaciones repartidas por las playas. Gran cantidad de hoteles de gran nivel y restaurantes para todos los gustos, añadamos restos del mundo hippie y porreros irredentos, y comprenderán que la mezcla resulta muy apetecible. Me contaban que hasta el año pasado la temporada empezaba, si acompañaba el buen tiempo, en mayo, llegando al lleno total los meses de julio y agosto. En estas fechas solamente los fines de semana se cubre el cupo. Si esto ocurre en todas las costas, septiembre puede ser un mes agónico y la caída del empleo dramática. Añadamos que los sindicatos, una vez disfrutadas sus vacaciones, tienen preparado el alboroto continuo, a los que según la señora Valenciano, dirigente del PSOE, van a acompañar. Nunca mejor dicho que habrá que echarse en remojo, aprovechen el buen tiempo y por lo que pueda pasar, que te pille confesado, incluso comulgado, el otoño.