Historia

Santander

«Aún queda mucho por hacer en las enfermerías»

«Aún queda mucho por hacer en las enfermerías»
«Aún queda mucho por hacer en las enfermerías»larazon

QLa gente suele hablar de tal o cual cirujano taurino, pero ustedes son jefes de equipo. ¿Cuánta gente compone el suyo?-Somos tres cirujanos, dos traumatólogos, una doctora de medicina general y deportiva, dos anestesistas, un ATS y dos mozos de quirófano.-¿Con cuántos quirófanos cuentan?-Hay sólo uno, pero también contamos con una sala de reconocimiento y de curas que en un momento dado puede servir para hacer una atención de urgencias.-¿Y si se da el caso de que haya varios heridos al mismo tiempo?-Se sigue el protocolo y se le da un orden de prioridades a cada urgencia. En cualquier caso, como decía, somos suficiente gente como para hacer dos equipos si son necesarios.-¿Qué diferencia hay entre una cornada grave y un accidentado en carretera a la hora de actuar medicamente?-Lo primordial es que el herido en la plaza tiene el quirófano al lado. Muchos de los fallecimientos que se producen en la carretera no ocurrirían si la víctima tuviera la posibilidad de ser operado a los dos o tres minutos del accidente como ocurre con el torero en la plaza. Además, sabiendo más o menos con lo que uno va a encontrarse porque ha visto cómo se producía el traumatismo. Ahí se gana un tiempo importantísimo.-¿Ésa es la razón por la que los toreros se recuperan tan rápidamente de las heridas?-Por supuesto. Hay que tener en cuenta que el torero es una persona que generalmente se encuentra en buenas condiciones físicas, es decir, no es un enfermo, es un accidentado; si a eso se le suma que es operado a los pocos segundos de producirse el accidente, esto hace que se produzcan esas recuperaciones casi milagrosas. Como decía antes, la rapidez en la actuación del cirujano es muy útil para la recuperación, porque la herida nunca llega a estar infectada, sólo contaminada. Esto no quiere decir que los toreros no sean gente muy especial, porque hay veces que reaparecen cuando aún no se les ha retirado los puntos. Es una profesión que los mentaliza al máximo. -Dicen que muchos prefieren una cornada grave antes que una simple rotura de hueso. -Claro, porque la herida, aunque te haya puesto en peligro de muerte, sana antes. Un hueso tarda en fijarse un tiempo que no es reducible por mucho que se le haga.-¿La muerte de Paquirri sirvió para mejorar las enfermerías de las plazas de toros?-Sirvió para concienciar a las autoridades de que el reglamento que entonces existía había que cambiarlo. A raíz de aquello se mejoraron mucho las enfermerías y hoy son bastante aceptables, aunque aún queda mucho por hacer. -¿Los toreros cuidan su comida los días de corrida?-Están muy mentalizados y saben que deben hacer una comida ligera cinco o seis horas antes del festejo. Recuerdo que, hace años, fuimos a operar a un matador que venía al Sanatorio de toreros desde un pueblo de Santander, y tuvimos que lavarle el estómago porque el individuo había parado en Arganda de Duero para tomarse un cordero.