Los que mandan por César Lumbreras

Es lo normal. Los que mandan, mandan, y se va a notar. Y estos son los del dinero. También en la Unión Europea y en el proceso de negociación para reformar la Política Agraria Común (PAC).
Tal y como van las cosas, los ministros de Economía y Finanzas y, en último término, los jefes de Estado y de Gobierno, tienen todas las papeletas para dar bastante cerrada la reforma de la PAC a los miembros del Consejo Agrícola, que se deberán conformar con decidir, no todo, sino una porción del reparto de los fondos que les asignen los primeros en el marco de las Perspectivas Financieras para el periodo 2014-20. Que nadie se soprenda. Casi todas las delegaciones han optado por un enfoque presupuestario a la hora de negociar la citada reforma. Es decir, primero lograr la mayor cantidad de dinero posible de las arcas comunitarias para sus intereses y, luego, que los dejen hacer una distribución interna, dentro de sus territorios, con el mayor margen de maniobra que se pueda.
Lo del dinero que se destine al pago de base, al reverdecimiento de la PAC, a los jóvenes agricultores o a las ayudas acopladas va a ser importante también, pero, una vez más, va a quedar desgraciadamente para el sector en un segundo plano.
Mañana, los ministros de Agricultura de la UE volverán a dar una vuelta a alguno de estos asuntos durante la reunión que celebran en Bruselas. En esta ocasión, se centrarán en la simplificación de la normativa.
Curioso, porque ese es uno de los objetivos que persigue la Comisión Europea, pero justamente lo que hace con su propuesta es complicarlo todavía más. Otro de los sinsentidos perpetrados por el comisario Ciolos y su acólito, el español José Manuel Silva, director general de Agricultura.