Las ampollas y el ministro hacen más fuertes a los mineros

VALLADOLID- Ciento sesenta y nueve mineros de Asturias, Palencia y León empezaron hace doce días la tercera Marcha Negra en la historia de la minería en España, y ciento sesenta -a pesar de las heridas físicas y las del alma que padecen- proseguirán hoy su camino desde Tordesillas hasta Medina del Campo para cubrir la duodécima etapa de este vía crucis, que terminará, si antes no lo remedia el ministro Soria, el próximo 11 de julio. Con una hora de adelanto sobre el horario previsto, los mineros arribaron ayer exhaustos y con visibles caras de cansancio a la Villa del Tratado, donde fueron recibidos como héroes, entre gritos de «valientes y campeones», y entre los aplausos y las muestras de apoyo y solidaridad de los tordesillanos.

Los mineros llegaron hasta la Plaza Mayor del municipio vallisoletano magullados la gran mayoría. Con los pies hinchados y repletos de ampollas, pero también esperanzados, ya que en esos momentos se celebraba en Madrid una reunión entre el ministro Soria y los sindicatos.
Un moderado optimismo que, sin embargo, pronto se convirtía en desolación y desasosiego al confirmarse la noticia del nuevo desacuerdo entre el Gobierno y el sector. «Nos fallan las fuerzas, pero el apoyo que estamos recibiendo en el camino y los desacuerdos con el Gobierno nos hacen más fuertes y nos animan a seguir adelante, hasta el final», explicaba uno de los mineros de la Marcha, quien tiene claro que la minería es lo único que tienen y que se están jugando el pan de sus hijos y su futuro. El nuevo desacuerdo con el Gobierno, que ayer confirmó el recorte de las ayudas al sector en un 63 por ciento en el presupuesto de este año, no solo no va a conseguir parar a los mineros, sino que, según anunciaron los sindicatos, se recrudecerán y radicalizarán sus acciones de presión a lo largo de esta semana que se avecina ‘calentita'. Movilizaciones que se sumarán a las que están realizándose como la Marcha Negra, las concentraciones de familiares y vecinos en las cuencas o a los encierros de mineros.

Hasta el final
Los sindicatos reconocieron que tenían puestas muchas ilusiones en que el Gobierno rectificara durante esta reunión. Pero no ha sido así, y por ello los mineros seguirán adelante, hasta las últimas consecuencias. Los sindicatos insisten en que el Gobierno está incumpliendo lo firmado en el Plan del Carbón y piden también más implicación al PP y a la Junta de Castilla y León para que traten de convenecer con sus armas al ministro de Industria.

Dirigentes socialistas como el propio alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela, el procurador Jorge Félix Alonso o el secretario general del PSOE de Valladolid, Javier Izquierdo así como el diputado de IU, Gaspar Llamazares, y el coordinador general de IU en Castilla y León, José María González, arroparon también a los mineros a su llegada hasta la Villa del Tratado.

González Poncela dio la bienvenida a los mineros de la Marcha Negra y les animó a no desfallecer y a que continúen con una lucha que les dignifica y hagan frente a una situación que considera injusta. Poncela, que aplazó para hoy la inauguración de la exposición «Tordesillas, Ciudad de Reyes» para estar con los mineros, les arengó poniéndoles como ejemplo la lucha por la supervivencia que, día tras día, llevan también a cabo en la zona de Tordesillas para salir adelante. Si por la mañana, los mineros recibieron asistencia sanitaria en el polideportivo municipal, donde pudieron ducharse, descansar y pasar la noche, por la tarde, pudieron refrescarse y hacer frente al calor de este verano en las piscinas municipales. El Ayuntamiento tordesillano corre con todos los gastos de la estancia de los mineros en la localidad tanto la comida, como la cena o el desayuno de hoy a las siete de la mañana, antes de partir hoy hacia Medina del Campo, en la que será la duodécima etapa, de 28 kilómetros, y donde recibirán el apoyo de los líderes sindicales Cándido Méndez y Fernández Toxo.

Villarrubia: «Una mina que se cierra no se vuelve a abrir»
El secretario regional del PSOE pide al Gobierno que recapacite y evite el fin de la minería. Julio Villarrubia explica que los poco más de cien millones de euros que se recortan de los presupuestos, retornarían después a la sociedad multiplicados por dos, en impuestos directos e indirectos, Seguridad Social, empleo y consumo. Por ello, y por solidaridad, Villarrubia insiste en la necesidad de salvar este año «porque una mina que se cierra ya no se vuelve a abrir», y, de cara al futuro, asegura que por rentabilidad de las explotaciones, el sector podría mantenerse sin ayudas públicas. Desde IU, Jose María González exige a Herrera que exprese su apoyo a los mineros de forma contundente.