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Allegados a un miembro de Segi se encierran en una iglesia en Vitoria

Los familiares y amigos del miembro de la organización juvenil Segi Ekaitz Samaniego se han encerrado en los locales de la Iglesia de Santa María de los Angeles de Vitoria, en protesta por la condena de ocho años de cárcel impuesta por el Tribunal Supremo a Samaniego por lanzar en 2009 un 'cóctel molotov' contra una estación del tranvía de la capital alavesa. El encierro se prolongará hasta el día 31 de diciembre.

En primera instancia, Ekaitz Samaniego fue condenado por la Audiencia Nacional a siete años, seis meses y un día de cárcel por la comisión de delitos de pertenencia a organización terrorista (6 años) y daños terroristas mediante incendio sin riesgo para la vida de las personas (un año y seis meses).

Hace dos semanas, el Tribunal Supremo elevó en un año la condena por considerar que la Audiencia Nacional había cometido un "error en el cálculo de la pena", ya que el delito de daños tipificado por el artículo 574 del Código Penal establece un mínimo de condena de dos años y seis meses, por lo que aumentó de 7 a 8 años la condena impuesta.

En una rueda de prensa, los familiares y amigos de Samaniego han explicado que el Tribunal Supremo ha rechazado el recurso interpuesto por el condenado, lo cual "en vez de limitar la injusticia, no ha hecho más que profundizar en ella".

Asimismo, han señalado que "lo que va a llevar a Ekaitz a la cárcel es la acusación de ser miembro de Segi y, por lo tanto, miembro de ETA", algo que han considerado que no se ha probado en el juicio.

"¿Acaso han encontrado 'cócteles molotov' durante el registro? ¿O quizás planos para algún futuro atentado? No. La única prueba es el testimonio de un ertzaintza que afirma haber visto a Ekaitz pegando carteles tres o cuatro veces durante 2008 y 2009", han declarado.

En este sentido, han apuntado que "el sentirse euskaldun, el preocuparse por los problemas de la sociedad y el ser políticamente activo convierte lo que sería una mera sanción económica en ocho años de cárcel".

A este respecto, han mencionado que "éste no es un problema aislado que tiene Ekaitz", ya que "bajo la teoría de 'todo es ETA', son decenas las organizaciones sociales y políticas ilegalizadas durante las últimas décadas, y se cuentan por centenas las personas que han dado con sus huesos en la cárcel por realizar trabajos meramente políticos y sociales en dichas organizaciones".

Por ello, un grupo de personas permanecerá encerrado en los locales de la Iglesia de Santa María de los Angeles de Vitoria hasta el próximo sábado, día 31 de diciembre.

Además, mientras dure el encierro y "de manera simbólica, ante el riesgo de ser detenido en cualquier instante", habrá siempre varias personas encadenadas a Ekaitz.

"Porque en el momento en que se lleven a Ekaitz se nos llevarán un poco a todas nosotras y a nuestros derechos con él", han afirmado los allegados.

A su vez, han manifestado que se encierran "para hacerse ver, para visibilizar una situación que de otro modo pasaría demasiado inadvertida".

"Nos encadenamos para desencadenar solidaridades y movilización entre la población gasteiztarra, con la aspiración de convertir cuanto antes, gracias a la presión social, este presente de conculcación de derechos básicos en un mal recuerdo del pasado", han comentado.

Por su parte, el padre del condenado, Isidro Samaniego, ha denunciado la "impotencia"que le crean los comunicados que redactó la Ertzaintza sobre los hechos que se le imputan a su hijo.

Al respecto, ha señalado que "la Ertzaintza comunicó que se le había detenido en las proximidades de donde se produjeron los hechos, así como que cuando le detuvieron empezó a gritar 'Gora ETA' y que olía mucho a gasolina".

"Esto se demostró que era mentira, porque hubo dos testigos que no oyeron en absoluto los gritos, porque le cogieron al lado de casa y porque, cuando llegó el juicio, dijeron que las pruebas se habían volatilizado y que ya no existían como tales. Esto demuestra la impotencia que nos puede crear el ver las mentiras que usa la que dice que es nuestra policía", ha concluido.