Percival Manglano: «La prima de riesgo es todo menos Viagra»

–Perdone, pero estoy hecho un lío, ¿bajar los impuestos es de izquierdas o de derechas?
–Es de sentido común. Subirlos es de izquierdas.

–Toca la batería, nació en Londres y se llama Percival. ¿Es la nota exótica del PP?
–Más bien soy la nota musical del PP. La batería es mi hobby.

–¿Y se le quejan mucho los vecinos?
–No, porque toco en locales de ensayo.

–¿Qué tal le lleva el ritmo a Esperanza Aguirre?
–Me esfuerzo, y no es fácil, porque Madrid marca el ritmo de la economía española.

–Es trilingüe. ¿Las chicas se sonrojan cuando lo dice?
–Ja, ja, ja. No lo digo. Le diré que se liga más escuchando que hablando.

–Elija: ¿batería de los Beatles o consejero de Economía y Hacienda?
–De los Beatles, no sé, pero si me ofrecieran acompañar a Bruce Springsteen, me lo pensaría seriamente. Es mi sueño tocar con el «Boss».

–Cuando golpea con fuerza el timbal y los platillos, ¿piensa por un casual en los culpables de la crisis?
–No, sólo en la música. Hay que estar concentrado por respeto al público.

–¿Lo único claro de la crisis es que nadie tiene claro nada?
–Hay cierto consenso en «no te gastes más dinero del que ingresas».

–Eso también lo decía mi abuela. El Papa pide que se invierta en «economía real» frente al beneficio especulativo. ¿Está inspirado?
–Está en el papel moral de la Iglesia. Lo curioso es que la gran referencia de la izquierda, Keynes, hizo su fortuna especulando. Mi referente es Adam Smith.

–Ferguson, director de «Inside Job», afirma: «Ni un solo ejecutivo financiero ha ido a la cárcel, y eso está mal». ¿Lo está?
–El que ha robado tiene que ir a la cárcel.

–¿Se fía de los ricos «indignados» que se ofrecen a pagar más impuestos?
–Espero a ver que se rasquen el bolsillo y lo hagan de verdad.

–Sánchez Dragó se pregunta: ¿qué tal si confiáramos el Gobierno a El Corte Inglés, Coca-Cola y Zara?
–Nada impide a un empresario presentarse a las elecciones.

–¿La prima de riesgo es una prima que nos incita a la lujuria?
–Es todo menos Viagra. Es más bien deprimente.

–Ya: más que erecciones provoca elecciones.