CiU aprieta al PSC para que defienda en el Parlament el lema del 10-J

La exigencia de Mas, aparentemente lógica puesto que todos estos partidos se situaron detrás de esta pancarta, complica, en realidad, el pacto del cuatripartito porque al PSC le incomoda el lenguaje soberanista que desprende el lema.El Gobierno de Cataluña dedicó ayer la mayor parte de su reunión semanal a analizar la manifestación del pasado sábado y llegó a la conclusión de que la protesta perderá fuerza si los partidos no son capaces de pactar una resolución unitaria. «Más que poner condiciones, CiU debería decir qué espera de la resolución», aconsejó el consejero de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura. El entendimiento, en todo caso, está en manos de los grupos parlamentarios, que apenas dispondrán de 48 horas para examinar el informe jurídico que hoy presentarán los expertos que ayer ultimaban su diagnóstico sobre la sentencia.El tripartito opina que la unidad en el Parlament es posible, pese a las exigencias de CiU. Parte de su optimisto se basa en su convicción de que nadie se querrá descolgar de la imagen de piña escenificada en la manifestación.La estrategia conjunta de los partidos catalanes se desarrollará en paralelo a la celebración del Debate del estado de la Nación, de donde también podría surgir alguna resolución derivada del fallo.Lo que no va a salir es el referéndum de autodeterminación impulsado por una Iniciativa Popular (IP). La Mesa del Parlament abrió la puerta a esta IP el pasado mes de junio, pero ayer dio marcha atrás después del dictamen desfavorable del Consejo de Garantías Estatutarias.Cuestionando la comisión- La décima sesión de la comisión de investigación sobre el «caso Palau» del Parlament de Cataluña reprodujo por enésima vez la guerra que PSC y CiU mantienen desde que empezaron las comparecencias.- Los ex consejeros de Política Territorial y Obras Públicas del gobierno de CiU, Pere Macias y Felip Puig, defendieron la «honorabilidad» de Convergència a base de poner en entredicho al tripartito.- Ambos acusaron al tripartito de construir un relato a marchas forzadas para vincular a CDC con los tejemanejes de Millet y Montull.