Conciliación
Sin rastro de la madre de Usabiaga el día de su cita con los Servicios Sociales
Tenía hora ayer para entregar los informes que acrediten su dependencia
Ha pasado ya más de un mes desde que Rafael Díaz Usabiaga, beneficiándose de la Ley de Dependencia, quedó libre para cuidar de su madre. Todo podría ser más o menos normal de no ser porque ayer era cuando realmente María Dolores Usabiaga tendría que haber iniciado los trámites necesarios para poder beneficiarse de esta ley y nombrar cuidador a su hijo. Tendría, porque ayer nadie la vio personarse en ninguna de las dependencias de los Servicios Sociales de Lasarte, ni en Villa Mirentxu ni en otro lado. Es más, ningún organismo oficial quería confirmar nada.Pero se personase o no, el proceso no es algo inminente, pues ayer simplemente tenía que presentar toda la documentación e informes oportunos para, después, proceder a su evaluación por parte de los Servicios Sociales de la Diputación de Guipúzcoa. Y, por último, el propio Ayuntamiento de Lasarte deberá evaluar si su hijo, a quien ha designado como cuidador, reúne los requisitos necesarios. Motivos más que suficientes para que el ex secretario general de LAB siguiera en la cárcel hasta que finalizara todo el proceso. Y es que no se ha seguido ninguno de los pasos que establece la Ley.Pero esta falta de burocracia no impidió que Garzón le liberara ni que rechazara el recurso del fiscal basándose, entre otros, en el documento de la presidenta de Servicios Sociales del Consistorio, Lourdes Acevedo, en el que aseguraba tener «constancia» de que Rafael Díez se hizo cargo de su madre antes de ingresar en prisión, y en el informe del médico de María Dolores Usabiaga.Ocurre que todo lo que el magistrado de la Audiencia Nacional ha dado por válido o no es suficiente o no ha existido, y mucho menos la valoración que se debe hacer de la persona designada para cuidar de la madre, en este caso el propio Díez Usabiaga quien, además, no cumple con el requisito de estar empadronado en Lasarte o convivir en el mismo domicilio que ella. Y, por si fuera poco, la madre todavía no cuenta con el Baremo de Valoración de la Dependencia de la Diputación de Guipúzcoa, que es quien debe establecer el grado de dependencia de María Dolores y, por tanto, certificar si requiere de la ayuda de otra persona. Un punto este que muchos de los vecinos de la localidad ya aseguraron que no era necesario, pues en numerosas ocasiones la habían visto andando tranquilamente por la localidad sin apariencia de estar enferma o necesitada de ayuda. Ni siquiera han visto al ex dirigente de LAB cuidar de su madre. Ni antes de ser encarcelado ni después.
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