Rusia

Una de terror: Chernobyl se queda sin dinero para sellar el reactor

Invertir sólo uno de cada dos euros previstos en un proyecto, en cualquier proyecto, es realmente poco. Pero hacerlo en algo tan importante como garantizar la seguridad de la central nuclear de Chernobyl, o al menos de lo que queda de ella, es una temeridad.

Una de terror: Chernobyl se queda sin dinero para sellar el reactor
Una de terror: Chernobyl se queda sin dinero para sellar el reactorlarazon

"Entré a la sala de control del Reactor Cuatro. El salón es un revoltijo silencioso lleno de polvo y sin luz, entre paredes de paneles semicirculares…". Así comienza el relato de un reportero de la BBC que se ha adentrado en las tripas de la central nuclear de Chernobyl para comprobar cómo se encuentra actualmente este enorme esqueleto que se congeló en el tiempo el 26 de abril de 1986.

Su relato es realmente intranquilizador. Y más después de hablar con Laurin Dodd, director general del Plan de Refugio para Chernobyl. "Uno entiende cuando se llega a este lugar lo importante que es el tema de la seguridad. Las consecuencias de no actuar de manera segura pueden llegar a superar nuestra imaginación –advierte-. No hay duda de que aquí se perciben los fantasmas del pasado".

El dinero es imprescindible para construir un nuevo refugio en el que sellar las casi 200 toneladas de material derretido en las ruinas del reactor que resultó dañado. Sin embargo, el proyecto tendrá que ser interrumpido si los países que se comprometieron a ser donantes no aportan con urgencia los fondos previstos.

Entre otras cosas, es imprescindible proteger el sarcófago que se construyó alrededor del reactor Cuatro (el epicentro de la fuga nuclear) en las semanas posteriores a la explosión, y en el que trabajaron miles de personas arriesgando sus vidas.

La instalación actual debía ser temporal, pero, aunque parezca increíble, ha permanecido en el tiempo sostenida con andamios, paneles de acero y precarios muros de hormigón sin que todavía se haya reemplazado por una construcción más segura.

"Después del accidente, la pared del reactor oeste quedó rajada y existía la preocupación de que pudiera derrumbarse y exponer a la atmósfera las cerca de 200 toneladas de combustible radiactivo que hay adentro", recuerda Dodd.

Acercarse a la "zona cero"

"El área debajo de la pared oeste es ahora un sitio de obras de construcción –detalla el reportero de la BBC-. Parecida a un arco gigante y considerada lo suficientemente grande como para contener la catedral londinense de San Pablo, la estructura protectora se está construyendo a una cierta distancia del reactor, por lo que se tendrá que deslizar sobre la tapa del sarcófago existente".

Los niveles de radiación a medida que uno se acerca al sarcófago se vuelven más y más altos, por lo que las dificultades de construir algo más cerca se multiplican y, con ello, el coste de los trabajos. Sin embargo, es imprescindible acercarse lo más posible a la "zona cero".

¿Por qué no se invierte el dinero necesario? El coste total de este ambicioso proyecto supera los 2.000 millones de dólares, que deben repartirse entre el G8, Europa y Rusia, donde se diseñó y construyó el reactor en la era soviética.

"Éste es un momento difícil para recaudar fondos, pero es un caso excepcional. Los países contribuyentes deberían pensar más allá de la coyuntura económica actual", alerta Thomas Mirow, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). Este organismo aprovechará el 25º aniversario del desastre, en el mes de abril, para acometer un último esfuerzo en la recaudación de los fondos necesarios para levantar el nuevo refugio. Hay mucho en juego.