Lumbrera catalana

Una lumbrera nos ha resultado este presidente de Cataluña, Artur Mas. Le habrá estallado el cerebro de tanto pensar para proponer el trasvase de agua desde los Pirineos como solución al déficit hídrico de nuestra Comunitat y como sustitución al trasvase del Ebro. Para él no cuenta la racionalidad ni la realidad ni la economía.
Mas está a favor de los trasvases si sirven para su región, para los demás según de dónde provengan. Para ellos, para satisfacer sus necesidades cuando las tienen, no hay problema a ejecutar con extraordinaria celeridad las obras correspondientes para trasvases del Ebro. Si es para los valencianos, ha de ser desde el Ródano o desde los Pirineos, a poder ser de las laderas francesas.
Con esta fórmula es fácil identificarse con las reivindicaciones de sus vecinos del sur, ofreciendo alternativas imposibles.
Hay que tener morro para oponerse a llevar agua desde el Ebro hasta Almería y, a la vez defender el trasvase al mismo lugar desde los Pirineos. Más aún, abogar por el consenso con franceses y suizos y desbaratar el acuerdo entre, mal que le pese, españoles. Así es la vida.