Toreros con leyenda

Decía acertadamente Curro Romero que llamar a un torero que ya no está en activo ex torero, sería como llamar ex pintor a Picasso porque ya no está vivo. Qué duda cabe que hay toreros y «torerazos». En este último apartado se encuentra Miguel Báez Litri, que tomó la alternativa en 1950. Fue novillero importante, de los que toreaba más de cien novilladas al año, por eso fue de los que ganó dinero antes de tomar la alternativa. Formó pareja con Julio Aparicio muchas tardes, eran un seguro para la taquilla. Tuvo una carrera magnífica con alguna retirada y posterior reaparición. Se retiró con dignidad y ahí sigue instalado con su familia. Por eso y por muchas cosas más, al cumplir 60 años de alternativa, el gran Meliá Colón, hotel emblemático de lo taurino, quiso homenajear al gran torero de Huelva con un almuerzo magnífico. Amigos y amigas no faltaron, hubo que poner el cartel de no hay billetes. Allí estaban Curro Romero, que comparte amistad y pasión por el dominó con la máxima figura de Huelva; Espartaco, figurón y de los que respetan a los grandes maestros; Diego Puerta, el torero sevillano con más valor de toda la historia; Pepe Luis Vázquez y Dávila Miura, esencia taurina sevillana, apartados a pesar de ser jóvenes de los ruedos; ganaderos como Rocío de la Cámara y Eduardo Miura. No faltó madrina de tronío, la Duquesa de Alba –llegó directamente del AVE al Colón–, que tiene al Litri entre sus toreros preferidos y además es amiga de él y su familia; ni Carmen Tello, siempre pendiente de sus amigos. El alcalde de Huelva no quiso faltar a la cita con uno de los onubenses de más prestigio. José Luis García Palacios y su mujer, Pilar, referentes de Huelva en todas partes. Presenté encantado el acto y Ramón Vidal, acompañado del presidente del jurado del premio taurino Gran Meliá, Ramón Valencia, empresario de La Maestranza, acompañó a Cayetana, que entregó un cuadro del artista Jesús Morejón. El almuerzo se prolongó hasta las 18:00, cuando Cayetana se levantó de su mesa. La organización fue de Inmaculada Barbadillo y Mercedes Vázquez, hay que felicitarlas; todo sobresaliente.