Una ola de polvo sahariano agrava la contaminación del aire barcelonés

BARCELONA- Si sufre alguna enfermedad respiratoria o es una persona de edad avanzada y vive en la Ciudad Condal o en su área metropolitana evite en la medida de lo posible realizar esfuerzos o actividades físicas al aire libre. Así lo advirtió ayer Protección Civil. La llegada de una ola de polvo sahariano ha empeorado la contaminación del aire barcelonés y las condiciones climáticas dificultan que las partículas se dispersen. La alerta permanecerá vigente hasta que la meteorología lo permita, previsiblemente mañana cuando están anunciadas precipitaciones.

La concentración de polvo sahariano en superficie alcanzó entre los 20 y 40 microgramos por metro cúbico. Asimismo, la estación atmosférica de Sant Vicenç dels Horts contabilizó 80,3 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes PM10 y la de Sant Adrià del Besòs 73. La media límite fijada por la Unión Europea en cuanto a este contaminante es de 40 microgramos por metro cúbico al año. Las mediciones no pueden superar los 50 microgramos por metro cúbico más de 35 veces al año.

Ante esta situación, y para evitar aumentar la contaminación atmosférica, también se ha limitado la velocidad en los accesos a la capital catalana, concretamente en la C-31 sur, la C-32 sur y el tramo Martorell-Diagonal las autopistas AP-7 y AP-2 y la B-23, a 90 kilómetros por hora, a excepción de las zonas de las vías donde el límite es inferior. Las autoridades recomendaron, además, que se utilicen lo menos posible el vehículo particular y se tome el transporte público «siempre que sea posible».
La alerta se extiende a las comarcas del Barcelonés, el Vallès Oriental y Occidental y al Baix Llobregat.

La polución empeora
La celebración de la Semana Mundial de la Movilidad Sostenible sirvió, entre otras cosas, para poner de manifiesto el pasado mes que Barcelona incumple los límites de contaminación establecidos por la Unión Europea y, por lo tanto, respira un aire totalmente insalubre. Además, tanto la presencia de dióxido de nitrógeno, como de PM10, registrada el año pasado superó la de 2010. Con lo que las políticas medioambientales puestas en marcha hasta ahora no han dado resultado y pueden acarrear sanciones.