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El Mundial salva la venta de televisores

PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICO
PULSE EN «DOCUMENTO» PARA DESPLEGAR EL GRÁFICOlarazon

Primero fue el «apagón analógico» y el imperio de la TDT, pero también ha sido el Mundial de Fútbol de Suráfrica lo que, al final, ha disparado el consumo de televisiones en los últimos meses frente a la crisis general del mercado de consumo. Según los datos facilitados ayer por el fabricante japonés Toshiba en España, las ventas hasta el mes de junio se dispararon hasta los 2,5 millones de televisores planos LCD, lo que supone un incremento del 40% con respecto al mismo periodo del año anterior. Y las previsiones para el total del ejercicio de 2010, con un tercer trimestre con expectativas a la baja, son del orden de 5,3 millones de aparatos, con un 20% de crecimiento de las ventas sobre los resultados obtenidos en 2009.

Tecnología LCDPrácticamente la totalidad de los aparatos comprados antes del Mundial se corresponde a televisores planos con tecnología LCD, que suma el 95% del parque de televisores, pero todavía no se han impuesto las últimas tecnologías y buena parte de las ventas lo han sido en grandes superficies, y se basaron en aparatos de bajo coste, de las llamadas clases «C» o «B» que aunque todos ellos disponen de TDT integrada, carecen de receptores de señal en alta definición (HD).El parque de receptores con HD es, según la marca japonesa, aún muy reducido y los fabricantes confían en el futuro crecimiento. Las expectativas de crecimiento son aún mayores, a pesar de la profundidad de la crisis, si se tiene en cuenta que unos 12 millones el número de televisores de tubo están todavía están en servicio en España, y que han sido adaptados a la TDT con receptores externos. Se trata de un parque de aparatos condenado, en un futuro relativamente próximo, a su renovación. La mayoría de los nuevos televisores que se venden ahora, los de gran formato, deberán por imposición legal, antes de final de este mismo año, integrar receptores de alta definición, que es el nuevo reto de la transición a la tecnología digital, que llega tras el «apagón» analógico y generalizarse las retransmisiones en formato panorámico (16:9). Las grandes cadenas experimentan ya con emisiones de prueba del que será el nuevo estándar HD. Pero el futuro es otro: ya se venden los primeros televisores con tecnología de visualización en 3D, si bien su número es escaso (cuentan en torno a un 15% más que su equivalente en gama alta) y se calcula que, a fin de año, supondrán sólo un 3% del total. En cuanto a los consumidores, existen dos opciones. La más cara se basa en una gafas activas que no pierden luminosidad. Y la otra, más baratas, en gafas pasivas con cristales polarizados que permiten un visionado de mucha menor calidad.

Estándar europeoEn cuanto al sistema de emisión de la señal, y a pesar de las pruebas que ya se han realizado con ocasión del torneo de tenis de Roland Garros y el propio Mundial, hay que esperar a la adopción de normas europeas para un sistema único de retransmisión, antes de que se generalice el consumo de unos receptores. El estudio de la marca japonesa estima que el 64% de la población está interesada en esta tecnología, porcentaje que crece al 76% cuando los encuestados han conocido ya en el cine las tres dimensiones. Quizá por ello, las autonómicas estudian hacer pruebas del sistema este mismo año.El 3D es la novedad más atractiva pero no la única. Los grandes fabricantes se dirigen hacia la interactividad, con aparatos dotados de ordenador que convierten la TV clásica en un centro interactivo conectado a internet y permiten desde votar en un programa a efectuar compras on-line. Y a pasar a visionar programas en 3D, sin gafas, y con sólo apretar un botón.

El fin de las rebajasEl precio de los televisores parece haber tocado fondo, sobre todo en lo que se refiere a los fabricantes que mayor innovación incluyen en sus productos. Tras la campaña del «apagón» analógico y el Mundial, las compañías esperan con cierta resignación los efectos en el consumo por la crisis y, sobre todo, por las medidas del Gobierno como la reducción de sueldos públicos y la subida del IVA. Pero también por la escala del dólar y del yen japonés así como de los componentes procedentes de China. Todo ello condicionará el mercado de consumo, en España y en Europa, donde parece que las reducciones de precios del 30% de los últimos años han terminado. En el sector se cree que, aunque no se repercutirá todo el IVA en el consumidor, habrá una reordenación de precios en el mercado.