Al menos 14 muertos por la represión del régimen en Siria

Los opositores Comités de Coordinación Local informaron de la muerte por disparos de las fuerzas de seguridad de al menos once personas en Homs, dos en la provincia de Idleb, situada en el norte del país, y una en Qamesli, en el noreste.

Entre los muertos en Homs hay dos mujeres y la ciudad es escenario de un gran despliegue de francotiradores en el barrio de Baba Amro, donde la electricidad está cortada, y de tiroteos en el de Jalidiya.

Esta provincia se ha convertido en uno de los principales focos de resistencia contra el régimen de Al Asad y en los últimos días decenas de sus habitantes han fallecido a causa de diversas operaciones de las fuerzas del orden.

En cuanto a los fallecidos de Idleb, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó las dos víctimas dadas por los Comités y explicó que se produjeron en la ciudad de Jan Shijon por los disparos con ametralladoras contra edificios de viviendas.

En esta misma provincia las comunicaciones por internet y teléfono móviles permanecían cortadas, al igual que en las poblaciones de Hama (centro) y Alepo (norte).

En Qamesli, un soldado del Ejército murió cuando las fuerzas de seguridad le dispararon un tiro en la cabeza al negarse a abrir fuego contra los manifestantes en una protesta.

Además, las tropas leales a Al Asad se desplegaron en los alrededores de Damasco y comenzaron una campaña de arrestos en las viviendas cercanas a la escuela Jaled Bakora, en la población de Duma.

En Daraya, ciudad cercana a la capital siria, las fuerzas de seguridad arrestaron a una persona y dispararon contra los participantes en una manifestación en contra del régimen de Al Asad.

Por otro lado, la agencia oficial de noticias siria, Sana informó de que un "atentado terrorista"hizo estallar un oleoducto que transportaba petróleo desde la refinería de Homs hasta el noroeste del país.

Sin embargo, uno de los miembros de las opositoras Brigadas de Abu al Ward al Homsi, Abu al Ward al Masri, aseguró a Efe que "es el régimen quien ha cometido el atentado"con el objetivo de "presentar a los revolucionarios como gente que sabotea las instalaciones públicas".

Desde mediados del pasado mes de marzo, cuando comenzaron las protestas populares en contra del régimen de Al Asad, más de 4.000 personas han muerto a causa de la represión de las fuerzas de seguridad, según datos de Naciones Unidas