FC Barcelona

Sevilla

El Barça regala suspense a la Liga

El Barcelona está peleado con el gol en los últimos partidos y ayer le dio un disgusto. Si contra el Arsenal anotó los que necesitaba, ayer se quedó corto. El líder genera juego, pero no lo concreta, tiene ocasiones que no sabe convertir en gol y eso ante rivales como el Sevilla puede tener consecuencias

El delantero argentino del FC Barcelona Lionel Messi (c) recibe asistencia médica tras chocar con el portero del Sevilla CF Javi Varas
El delantero argentino del FC Barcelona Lionel Messi (c) recibe asistencia médica tras chocar con el portero del Sevilla CF Javi Varaslarazon

Un par de ajustes de Gregorio Manzano en el descanso devolvió la vida al conjunto andaluz y despertó un partido que hasta ese momento sólo había tenido un dueño. Con la entrada de Kanouté por Zokora el Sevilla volvió a existir y logró igualar un duelo que también pudo ganar, lo mismo que perderlo, en una media hora final vibrante. El empate aprieta un poco la Liga. El Madrid está a cinco puntos de diferencia del Barça. Recorta dos.

 En medio del lujo, de una primera parte magnífica del líder, un susto. En la última jugada Messi pareció lesionarse. Fue el mayor disgusto del Barcelona en unos 45 minutos iniciales en los que se movió a sus anchas. Se puso en modo apisonadora y directamente no dejó jugar al Sevilla. El equipo andaluz no encontró la pelota en ningún momento, sometido por la presión de los azulgrana. Algunas veces había hasta diez barcelonistas en el medio campo correspondiente al Sevilla. No le permitían tocar el balón y tampoco contragolpear. No les dejaban respirar. En uno de los pocos robos peligrosos, por un mal pase de Messi, fue el argentino quien bajó a tapar el hueco.

Sólo se jugaba en una dirección y al ritmo que marcaban Xavi y, especialmente, Iniesta. Capel era el que tenía que perseguir a Adriano, y no al revés. El atacante trataba de frenar al defensa, que una y otra vez le ganaba la espalda. Como una y otra vez se la pasaban los jugadores del Barça, con aparente calma, esperando el momento, la acción milimétrica: de Iniesta a Alves, de éste a Bojan y gol. El canterano sólo protegió el balón hasta que entrara después de un control largo. Fue gol por fortuna para el Sevilla, porque en caso contrario hubiera sido penalti y expulsión de Cáceres. Si fue una mala jornada para la puntería del Barça, también lo fue para el colegiado, Pérez Lasa, que anuló mal un tanto a Messi y constantemente pitaba faltas que no eran y dejaba de señalar otras que sí existían. Fue un arbitraje desconcertante. Al descanso se llegó con 0-1 después de que Adriano desperdiciara varias entradas por la izquierda, de que Messi estrellara un cabezazo en el larguero, de que fallara en un control que le hubiera dejado solo delante de Javi Varas o de que el Barcelona se hartara de posesión mientras Valdés no intervenía.

Pero no remató y Kanouté entró en acción. El jugador malí no está para correr mucho, pero la pelota la maneja. Con él fue otra cosa. Los balones largos los paraba y los convertía en algo fructífero. Los llevaba al suelo y esperaba la incorporación de sus compañeros. Las intenciones del Sevilla tuvieron más sentido con el gol de Navas, una sucesión de fallos del Barça. Primero Messi regateó en el centro del campo y perdió la pelota, después Piqué arriesgó para despejar y no lo hizo, dejando descubierto su sitio. Por allí entró Negredo para superar rivales y servir la igualada a Navas. El más pequeño marcó de cabeza.

Todo lo sucedido hasta ese momento ya no servía. Era un partido a cuarenta minutos, pero con el Barcelona algo más cansado. El líder volvió a la carga, al dominio, pero esta vez sí recibía contras porque la presión no era tan eficaz y por Kanouté. La entrada de Perotti por un desafortunado Capel aumentó las prestaciones sevillistas. En ese momento (sobre el minuto 70) pensó incluso que la victoria era posible: Navas falló una clara oportunidad que paró Valdés, Kanouté también la tuvo, e incluso Negredo.

Su momento de euforia se esfumó sin éxito y en los minutos finales volvió a meterse atrás y a perder tiempo o a hacer cambios defensivos (Romaric por Negredo). Le servía el empate. El Barça fue a por más, pero no era su noche: Iniesta volvió a encontrarse con el larguero y después con Medel, que sacó una pelota en la línea de gol. Un pequeño premio para el esfuerzo del chileno.


Guardiola: «El árbitro no nos ha perjudicado»
Pep Guardiola no quiso valorar la actuación del árbitro en la jugada más polémica de la noche: el gol anulado a Messi por una falta de Busquets. «No digo que no entienda el gol anulado, es que no entro a valorar. Un entrenador del Barcelona no tiene que hablar de estas cosas», añadió Guardiola, que sí dejó un recado al Madrid: «Ahí abajo pasan muchas cosas y el colegiado siempre hace el mejor arbitraje posible». Tampoco uno de los implicados en la jugada, Busquets, habló de Pérez Lasa. «No hay nada que decir del árbitro. Lo único que puedo decir es que no le toco», aseguró el centrocampista, que considera que cinco puntos «siguen siendo una buena renta». Para Guardiola «ganar la Liga no es fácil y se ha demostrado los dos últimos años. El Real Madrid tiene mucho poder en todos los sentidos». «Merecimos más por lo que hicimos en la primera parte», insistía Pep. Manzano prefería quedarse con la segunda: «Tuvimos ocasiones para ganar, hicimos un gran esfuerzo para superar su presión».