Zapatero no es Torres

En Estrasburgo se repitió ayer el escenario de hace días en Madrid con motivo del balance de la Presidencia española de la Unión Europea. Los mismos apoyos y reproches en unos protagonistas calcados que apenas tenían nada nuevo que añadir a lo expresado por sus homólogos en la capital de España. Por eso el debate se quedó en lo anecdótico de los símiles taurinos y futbolísticos, en los que inevitablemente incurrieron con escasa originalidad los igualmente previsibles portavoces extranjeros. Es verdad que la Presidencia zapatera ha pasado por Bruselas con más pena que gloria. No hemos coordinado ni hemos dirigido ni hemos presidido. Hemos hecho lo de siempre: desconcertar al personal con tanto vaivén y contratiempo. Contrariedad en medio de la gran crisis general.Pero no puedo coincidir con el portavoz liberal Alexander Graf Lambsdorff, que comparó a Rodríguez Zapatero con Fernando Torres: «Grandes expectativas, pero tremenda decepción». La verdad es que ya quisiera Zetapé parecerse mínimamente a Torres. El ex del Atlético ha demostrado lo que vale en todos los campos a los que ha ido. Si hasta el momento no ha triunfando en el Mundial es porque viene de una grave lesión. Pero Torres tiene de genio brillante todo lo que Zapatero de figurante de teatro. Y no se parecen ni en el blanco de los ojos. O sea que, por favor, queridos germanos, no digan ustedes tonterías.