Londres
«Es muy probable que haya más tumbas como la de Tutankhamón»
El gran experto en el legado de Howard Carter habló en Madrid del hallazgo
Los aeropuertos de Londres están nevados, pero el doctor Jaromir Malek llega, aun con un poco de retraso, animoso a la cita. Es el conservador de los archivos del Instituto Griffith de la Universidad de Oxford, el ángel custodio de todos los documentos de Howard Carter, descubridor de la tumba de Tutankamón, hace ahora 88 años. El prestigioso egiptólogo visitó Madrid para dictar una conferencia sobre la exposición «Tutankhamón: la tumba y sus tesoros».
-¿Qué podría decir sobre la emoción y el asombro de Carter y Lord Carnarvon en el descubrimiento?
-Carter miraba las cosas y le parecían maravillosas. Lo que dijo es conocido. En su diario no aparecen registradas sus emociones, ni en los textos de Carnarvon. Hay mucho mito y hechos que han sido modificados. Me interesa su escritura a mano, la descripción que hizo. Era hombre de pocas palabras, pero se convierte en un poeta al describirlo.
-¿Qué supuso para la Egiptología? ¿Qué efectos tuvo para el conocimiento de la Historia?
-Cuando se descubrió la tumba aumentó la relevancia de la Egiptología. Sólo el 30% de los hallazgos han sido estudiados y por eso no sabemos exactamente cuál ha podido ser su aportación al mejor conocimiento del antiguo Egipto. En cuanto a la Egiptología como ciencia, aumentó su popularidad.
-¿Por qué se tardaron 10 años en limpiar y clasificar los objetos encontrados?
-Fue una tarea muy difícil. Aparte del trabajo de limpieza y catalogación, hubo muchos problemas. Egipto se estaba independizando, había brotes de nacionalismo, modificación de leyes... El interés atrajo a periodistas de todo el mundo. Todo esto provocó estrés y dificultades.
-¿Por qué sigue habiendo tantos enigmas y misterios en torno a aquel descubrimiento?
-Yo no usaría esa palabra. Se desconocen muchas cosas aún por falta de documentación. Misterio tiene connotaciones emotivas y no es el caso. Falta mucho por saber, al igual que ocurre con otros reyes, pero no significa que sean misterios.
-¿Carter y Carnarvon fueron personas íntegras o cabe pensar que se quedaron con algo?
-Como egiptólogos, su trabajo debería ser organizar las piezas, diseñar una lista, estudiarlas, analizarlas y comprobar cómo fueron adquiridas. Carter estuvo en Egipto 30 años, pudo tener algún objeto y no ser de Tutankhamón. Éste ha sido un tema muy popular, pero necesita estudiarse detenidamente. Son objetos pequeños... Eran otros tiempos. Yo afirmo que Carter no sacó nada con fines lucrativos, quizá alguna pequeña pieza como recuerdo o para un regalo, porque en diez años... Pero nunca por dinero.
-¿Hay alguna certeza sobre cómo murió el faraón?
-No. Hay varias teorías sobre ello, pero ninguna es convincente. No se sabe si fue un asesinato, un accidente o si murió de muerte natural.
-¿La tumba que apareció era la original o fue reutilizada? Era muy pequeña para ser de un faraón.
-Mi teoría es que los funerales se hacían en Amarna. En su reinado, se cambian al Valle de los Reyes para evitar robos. Parece que la muerte le vino por sorpresa, cuando estaban en el proceso de traslado, y uno de los enterramientos que se estaban preparando se convierte en su tumba. La aparición de las tumbas KV55 y KV63 encaja con esta teoría.
-¿Es posible que haya otras tumbas parecidas a la KV62, la de Tutankhamón, y a la KV63?
-Sí, es muy probable. Había otras que estaban destinadas como cámaras funerarias y la preocupación principal era las momias que estaban ahí.
La maldición, un mito
Hay muchas cosas que nos siguen fascinando de Tutankhamón. Una es la famosa maldición que rodea al descubrimiento. Pero Jaromir Malek asegura que «no hay pruebas de que esto sea así. La primera persona que inspeccionó la tumba murió a los 85 años y Carter falleció de muerte natural años después». Aunque el egiptólogo reconoce que «la fascinación que ejerce es maravillosa. No habría mejor guión para una novela, superaría hasta la de Indiana Jones». Aunque ese magnetismo puede tener un precio, Malek explica: «Las visitas son un peligro, pero no se pueden evitar. La Egiptología está reservada a unos pocos y los demás también quieren ver y saber. Además, están los ingresos. Es maravilloso que estos lugares puedan ser visitados. Parte de la Historia está ahí y todos tienen derecho a verlo, no sólo los egiptólogos».
Exposición: «Tutankhamón: la tumba y sus tesoros». Dónde: Casa de Campo. Pabellón XII. Madrid. Cuándo: hasta el 16 de enero.
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