Rajoy prepara su «sí» a la reforma de pensiones y el «no» a la de las cajas

Para lo primero, el líder popular reiteró ayer la disposición de su partido a «construir» y a llegar a «entendimientos».

La tramitación parlamentaria del acuerdo será el momento para concretar el diálogo. Los de Rajoy se reservan con dos argumentos como escudo: necesitan analizar íntegro el texto aprobado por el Consejo de Ministros y sería conveniente un gran acuerdo con todas las fuerzas políticas que complete el alcanzado con los agentes sociales. En cualquier caso, en Génova reconocen que tienen muy escaso margen para desmarcarse de ese acuerdo social.
Otra cosa son las cajas: Rajoy emplazó al Gobierno a rectificar su tercer plan para aumentar la solvencia de estas entidades financieras.

Si la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, reconocía en un primer momento que le sonaba bien la musica privatizadora de la nueva reforma, ayer Rajoy aseguró que ésta puede llevar a que las cajas queden en manos de grupos extranjeros «por precios irrisorios» o acaben «nacionalizadas». «Lo primero es la transparencia; luego, el saneamiento; y en tercer lugar, la capitalización. Hasta ahora, nosotros hemos apoyado todas las reformas en este ámbito, pero lo que está haciendo el Gobierno no nos gusta y no le gusta a nadie».