Dos investigaciones para aclarar la tragedia de Metro

Madrid- La clave estará en el volcado de los datos. Menos de doce horas después del accidente en las cocheras de Metro de Loranca –que se saldó con un gerente de la compañía y la niñera de su hijo fallecidos tras chocar con un talud–, la empresa del suburbano madrileño hacía entrega a la Policía Nacional de la «caja negra» del tren accidentado. Serán los agentes de la comisaría de Móstoles, según informaron fuentes policiales, los encargados de dar luz sobre las causas del incidente que se produjo en una vía muerta de las cocheras de MetroSur. Pero ésta no será la única investigación que se abra en torno a este suceso: Metro de Madrid también ha abierto un expediente para aclarar las causas de la muerte de José Manuel Pérez, gerente de mantenimiento de ciclo corto de la empresa del suburbano, y la joven suiza de 16 años que trabajaba en la famila del empleado de Metro como «au pair», en un accidente en el que también resultaron heridos el hijo y la mujer de Pérez. Los cuatro viajaban en la cabina del conductor del tren. En cualquiera de los dos casos, las investigaciones podrían alargarse durante meses.

Los trenes están dotados de un sistema que almacena los detalles de su funcionamiento de forma pormenorizada. No es exactamente una caja negra como la de los aviones, informaron fuentes de Metro, aunque arrojará datos como la velocidad que llevaba el convoy en el momento en el que impactó contra el tope de la vía. En cuanto a las dudas sobre los conocimientos sobre conducción de trenes del fallecido, Ana María Rodríguez, portavoz del Sindicato de Conductores del Metro de Madrid (SCMM), explicó en declaraciones a Efe que, dada la condición de Pérez como gerente de Metro y su experiencia en la compañía, «debe tener la acreditación para circular» en los trenes, así como para circular en una vía de pruebas. La portavoz de los conductores explicó asimismo que es posible que el responsable de mantenimiento pudiese estar utilizando ese tren en la vía de pruebas sin incumplir la normativa, porque, explicó, «una vía de pruebas es para hacer pruebas».

¿Necesitaba autorización?
Las causas por las que Pérez viajaba con su familia en la cabina fueron ayer el principal foco de la polémica. No está claro que, por su puesto en el organigrama de la empresa, el gerente estuviera libre de pedir una autorización para introducir viajeros en el puesto de mando del tren. En este sentido Metro de Madrid descartó imputar cualquier tipo de falta al responsable de maniobras del depósito del Loranca que dejó acceder a Pérez y a sus tres acompañantes a las instalaciones de la empresa. Metro entiende, según informó a Ep, que permitió el acceso a un cargo superior en el organigrama y, en consecuencia, no incurrió en ningún tipo de falta.

Los restos mortales de Pérez serán entrerrados hoy en El Álamo, municipio en el que residía junto a su familia. Los familiares de la menor suiza llegarán esta mañana a Madrid para iniciar los trámites de repatriación de sus restos mortales, que permanecen en los depósitos judiciales de Móstoles.

Alta para uno de los heridos
Pocas horas después de ingresar en el Hospital 12 de Octubre con heridas leves, Rosa María S., de 37 años, una de las mujeres que viajaba en el convoy de Metro accidentado en Fuenlabrada junto con su marido y su «au pair», ambos fallecidos en el sucesos, y su hijo, fue dada de alta. En cambio, el menor de cuatro años permanecía ayer ingresado en el Hospital Niño Jesús, donde fue trasladado tras ser liberado de la cabina del tren en la que había quedado atrapado. Según explicaron los servicios de Emergencia el pasado martes en el lugar del accidente, el niño sufrió heridas leves tras el impacto contra el talud del fin de la línea.