España

La OCDE confirma el riesgo de quiebra de la Sanidad española

Las voces de alarma llevan sonando desde hace muchos meses. Las han lanzado a los cuatro vientos los gestores sanitarios, las comunidades autónomas, los profesionales del sector sanitario, los farmacéuticos, los especialistas en Economía de la Salud e, incluso, algunos laboratorios.

La OCDE confirma el riesgo de quiebra de la Sanidad española
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Con todo, la ministra Trinidad Jiménez sigue negando en público la mayor. Sin embargo, un organismo internacional ha vuelto a echar leña al fuego y a lanzar un serio aviso para navegantes: la Sanidad española se encamina hacia la bancarrota o, al menos, hacia gravísimos agobios financieros, al dispararse el diferencial entre los niveles de gasto sanitario general y la riqueza del país, medida a través de un indicador como es el Producto Interior Bruto (PIB).El organismo en cuestión es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y acaba de lanzar un informe que desmiente implícitamente el optimismo del Gobierno español sobre el devenir económico de nuestro sistema sanitario, a la vez que alerta de las negras consecuencias que puede acarrear el desfase en el modelo vigente. El texto, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, subraya que «en todos los países de la órbita de la OCDE el gasto total en los sistemas sanitarios ha aumentado de forma más rápida que el crecimiento de su economía, pasando la tasa media de gasto en salud con respecto al PIB «del 7,8 por ciento en el año 2000, hasta el 9 por ciento en 2008». A juicio de la organización, las razones que motivan este incremento son, fundamentalmente, «los cambios tecnológicos, las expectativas de la población y el envejecimiento de los ciudadanos». Esta peligrosa tendencia, advierte, amenaza con ser aún más intensa en el futuro.La OCDE se detiene en el caso de algunos países y cita incluso el de España, en un entorno de recesión económica combinado con una importante subida de los costes sanitarios con respecto al PIB. En sólo un año, el porcentaje del PIB que representan los costes en salud ha pasado de un 7,5 por ciento en 2007 a un 8,7 por ciento en Irlanda. En nuestro país, la tasa se ha elevado de un 8,4 por ciento en 2007 al 9 por ciento en 2008. Un aumento, nada más y nada menos que de seis décimas. Con él, España se sitúa en la media de los países de la organización, pero el problema estriba en la marcha de nuestra economía, que ha caído en mayor medida, alcanzando incluso en 2009 dígitos negativos. De esta forma, el diferencial es más amplio si se compara con el de otros estados.La OCDE avisa de que dada la urgente necesidad de reducir sus presupuestos deficitarios, muchos gobiernos van a tener que adoptar difíciles decisiones para sostener sus sistemas de salud. Entre ellas, cita la posibilidad de atajar el gasto sanitario, frenar el desembolso de fondos públicos en otras áreas o incrementar tasas. De manera indirecta, saca así a la palestra el espinoso asunto del copago o los tiques moderadores por el uso de servicios, tan de actualidad en España. Baja financiación públicaComo ya informó este periódico, la OCDE alertó en su informe de 2009 de la escasa financiación pública que recibía la Sanidad española en comparación con otros países. Según dicho estudio, la Administración dedica alrededor de un 8,5 por ciento del PIB a sostener la Sanidad, frente a la media de los países de la OCDE, que alcanza el 8,9 por ciento. Dicho diferencial, unido al incremento de los gastos, está generando grandes tensiones financieras en la Sanidad, hasta el punto de que es previsible que el Sistema Nacional de Salud cierre el ejercicio con un déficit de entre 10.000 y 15.000 millones de euros.¿Es un problema la tecnología médica?La OCDE dedica un capítulo a la tecnología sanitaria en su último informe sobre la salud en 2010. Aunque reconoce su importancia en la mejora del diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades, el organismo internacional subraya que su incorporación a los sistemas sanitarios también está contribuyendo a disparar el gasto. Si en 2000 había seis equipos de resonancia magnética por cada millón de habitantes en los países de la órbita de la OCDE, la cifra se elevó a 13 en 2008. Por su parte, los equipos de tomografía axial computarizada (TAC) alcanzaron la cifra de 24 en 2008, frente a los 19 que había en 2000. El informe recuerda al respecto que muchos países se encuentran inmersos en estos momentos en un proceso de promover también, como ocurre con los medicamentos, la adquisición y el uso racional de este tipo de dispositivos de diagnóstico de las patologías.