Londres

Cataluña como Polonia por Martín Prieto

La Razón
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Nadie hasta ahora ha logrado desmentir que el Universo calculado por Albert Einstein es curvo; lo que se ha logrado conjeturar es que la curvatura puede ser de 180 grados haciendo paralelos los tiempos pasados y futuros comunicados por unos «gusanos» que permitirían el trasvase físico. Gracias a la ciencia infusa de algunos payeses la teoría einsteniana está a punto de quedar demostrada gracias al avistamiento de cuatro bombardeos «F 18» rumbo al Mediterráneo que ha obligado a eurodiputados secesionistas a pedir amparo a la UE porque Cataluña está a las doce menos cinco de convertirse en Polonia y al pobre Rajoy se le reduce la barba hasta el bigote-mosca hitleriano. Tiren el calendario porque hemos entrado en el «gusano» y vivimos el primero de septiembre de 1939. Ya sabemos que el sueño de la razón engendra monstruos y que el que olvida la Historia se ve obligado a repetirla. Cuando Franco no se las tenía con un Adolf Hitler tan histérico como ensoberbecido estableció una línea de resistencia en el Ebro abandonando los Pirineos, Euskadi (entonces Provincias Vascongadas), Navarra, Aragón y Cataluña, rogando la improbable ayuda inglesa que ya tenía bastante con el «blitz» sobre Londres. Euskadi y Cataluña habrían sido liberados por la «Wehrmatch» como los Sudetes y los retales de Bohemia y Moravia. Los «gusanos» son de ida y vuelta y ayer unos calagurritanos han visto una avanzadilla de «Mossos d'Esquadra» en la orilla derecha del Ebro en procura de la ruta de Medinaceli hacia Madrid, cundiendo el pánico. A Artur Mas (todo consignas, ninguna idea aprovechable) le sienta bien a su mandíbula aria el casco de acero con la doble S rúnica y a la celta de Rajoy como a un santo Cristo un par de pistolas. No debimos excavar Atapuerca porque de la sima de los huesos se ha expandido un independentismo prehistórico, tarea de paleontólogos, y nido de toda imbecilidad. No atracaremos el «Príncipe de Asturias» con sus Harrier en las Atararanzas; cruzaremos el Ebro con los elefantes del Zoo, como Aníbal.