Expertos aseguran que se conserva la mortaja que cubrió a Jesucristo

Valencia- Historiadores británicos defendieron ante el I Congreso Internacional sobre la Sábana Santa de Turín que, al menos, desde el siglo II hay ya pruebas textuales de que la mortaja que cubrió a Jesucristo «se conservó después de su muerte y resurrección». Los profesores Ian Wilson, de la Universidad de Oxford, y Marc Guscin, de la de Manchester, explicaron los nuevos descubrimientos de la historia de la Síndone.
 En sus disertaciones citaron que hay numerosas pruebas textuales de la conservación de la Sábana Santa, entre ellas el llamado «evangelio apócrifo hebreo», del siglo II, la liturgia mozárabe del siglo VIII en España, en lo relativo al Sábado de Pascua, que fue abolida por Alfonso VI, y en una carta del obispo de Zaragoza Braulio, en una carta que data del año 632.
 Hay muchos testimonios de que la Síndone se conservó y, si bien en los primeros siglos no se evidencian datos concretos que puedan identificarla con la que hoy se venera en Turín, lo cierto es que a partir del siglo VII todos los datos ya conducen a ello.