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Laporta niega el espionaje a jugadores y justifica todos los gastos

El ex presidente del FC Barcelona Joan Laporta ha negado este martes que el club contratara espías para seguir a los jugadores blaugrana Ronaldinho, Eto'o, Deco y Piqué -éste último, todavía en el equipo-, y ha defendido que todos los gastos de su presidencia están "perfectamente justificados".

Laporta: «El Barça no contrató espías para seguir a Piqué, Ronaldinho, Eto'o y Deco»
Laporta: «El Barça no contrató espías para seguir a Piqué, Ronaldinho, Eto'o y Deco»larazon

Joan Laporta continúa convencido de que todos los gastos que hizo el Barcelona durante su mandato están plenamente justificados. Tan convencido está de que todo lo que se dijo en la última asamblea de compromisarios fue tendencioso que pondrá la demanda que el club decidió presentar contra su gestión en manos de un juez. Lo impugnará todo a causa de lo que considera una persecución contra su persona y su carrera política.

Laporta está inmerso en plena precampaña electoral, a la búsqueda de un escaño en el Parlament de Catalunya. Como político, fue ayer el invitado al Fórum Nueva Economía, donde no sólo habló de las elecciones. Al ex mandatario barcelonista se le cuestionó por los elevados gastos en espionaje y seguridad durante su presidencia. «Es falso, no contratamos espías. Lo que hizo el Barcelona fue tener un presupuesto de seguridad importante porque es el club más importante del mundo», contestó.

Laporta negó rotundamente que se contrataran espías para seguir a Ronaldinho, Etoo, Deco y Piqué, como se extrae de la «Due Dilligence», y reiteró que todos los gastos «estaban plenamente justificados». El político de nuevo cuño volvió a cargar contra la actual junta directiva del Barcelona, de la que dijo sentir «lástima», y acusó de actuar «con odio acumulado y espíritu de revancha». También considera que detrás de la «persecución» contra su persona se encuentran «grupos mediáticos, políticos y económicos».

Por último, Laporta criticó de nuevo lo ocurrido en la asamblea, que considera «maniobras contables inmorales e indecentes».