Tiempo de canteras

Las dos canteras por excelencia del baloncesto español se reencontraron en Vistalegre. Cinco años después del exilio en la Casa de Campo y a la espera de regresar a la calle Goya, Estudiantes recibía al DKV Joventut de Pepu Hernández.

Si hablamos de formación de talentos, da igual hablar primero de los colegiales o de la Penya. Ambos tienen historia a raudales, listas inacabables de jugadores que han pasado por sus filas para luego acabar en equipos con más altas miras. Siempre han sido los hermanos pobres de la ciudad, clubes que para poder subsistir tienen que vender (Suárez y Ricky han sido los últimos) y seguir fabricando. Ambos han atravesado momentos de gloria cuando han juntado una buena generación de cantera, pero ahora los dos están atravesando una situación económica muy complicada. Los del Ramiro se acogieron a la ley concursal el año pasado y, tras jugar con el descenso dos años consecutivos, parece que encauzan de nuevo sus pasos. Los de Badalona, tras unos años de éxitos con Ricky y Rudy, debieron recomponer filas y ahora parece que también los amenaza la ley concursal.

Ahora parece que el Joventut disfruta de una mejor generación. Josep Franch, Pere y Joan Tomás, Nacho Llovet y Albert Homs son las nuevas perlas. Sólo hay que darles tiempo para ver hasta dónde pueden llegar porque ellos tienen ganado algo que en otro sitio sería complicado, JUGAR.

En el Ramiro, Granger y Clark son sus últimos productos, nombres extranjeros para jugadores criados en Serrano. Detrás llega Jaime Fernández, base internacional en categorías inferiores sobre el que reposan muchas de las esperanzas del club. Ganó el Joventut. Clark, Granger, Franch y Tomás fueron protagonistas. Debutó con 17 años Jaime Fernández. El futuro ya está aquí.